Nada

Los juegos de azar, como ya dijimos, llegaron a nuestro territorio de mano de los españoles y desde ahí, sus jugadores han estado presentes en las páginas de nuestra historia, pero en las páginasjudiciales por la ilicitud con que siempre han estado revestidos. Es por ello que estos jugadores se han mantenido en una curiosa oscuridad, han debido esconderse de la justicia, y es representativo elhecho de que, si en el siglo XVIII el jugador de juegos de azar jugaba en los caminos o en las faenas en donde trabajaba, más tarde, en el siglo XIX y XX, se escondiera en la oscuridad de la grancantidad de garitos clandestinos que poblaron nuestro país, lo que condujo a la aparición de nuevos problemas para la autoridad. En ese sentido, el juego de azar, al estar necesariamente acompañado de unaapuesta, puede ser estudiado desde una perspectiva más bien utilitaria, es decir, investigar en qué medida quienes lo practicaban lo hacían con vistas a obtener algún tipo de sustento, quizásimposible de obtener de otro modo. A mi parecer y según lo investigado, esta fue una posibilidad cierta para los sectores populares de la población: los siglos XVIII y XIX chilenos han sido definidos comoperíodos en que la vida era una proeza por las condiciones extremas en que ésta se desenvolvía, situación que llevó a muchos sujetos a buscar formas marginales de sostenimiento en una época en que eltrabajo fue impuesto discursiva y materialmente como disciplinamiento social; ejemplo de ello lo constituyó el bandidaje, cuatrerismo y locales de autosostenimiento, como las fondas y chinganas.Note10.El juego de azar desde esta perspectiva, cumplió una función de sostenimiento económico y ya no sólo de mera entretención, razón por la cual quien lo jugaba lo transformó en un oficio permanente,primero como jugador de ambulante y después como administrador de estos juegos, convirtiéndose en garitero, trabajo que quizás puede incluirse en el gran grupo de formas de empresarialitas que, más...