Nada
Cuando se habla de la necesidad de la filosofía en el proceso formativo, hay que dejar en claroque nos estamos refiriendo a una materia que pertenece al orden natural, y, por lo tanto, no salvífico; materia incapaz de liberar al hombre del pecado, ni menos deelevarlo a la dignidad de hijo de Dios, pero, sin embargo, imprescindible. En medio del deterioro moral y de fe que padece nuestra sociedad, incide con daño enorme sobrenuestros jóvenes una verdadera avalancha de subjetivismo, relativismo moral, escepticismo, etc., impulsada desde muy diversas partes, como ya lo hemos dicho: TV, prensa,textos de estudio, planes de enseñanza, política oficial del Estado, etc. Es urgente, pues, formarse con seriedad y arraigar, con el auxilio de la gracia de Dios, en todaclase de convicciones sólidas en el plano filosófico, histórico, y moral.
En particular, para que la razón no se desvíe del fin que Dios le ha puesto —manifestar la verdad—y no contradiga la fe y la moral, sino que, al contrario, las sirva con vigor y eficacia, un Pontífice tras otro, en un testimonio abrumador de más de 600 años deinsistencia —desde Juan XXII hasta hoy— han urgido la enseñanza y asimilación convencida de la filosofía de Santo Tomás de Aquino, que con razón ha sido llamado «doctor común».
Regístrate para leer el documento completo.