NADIA MARINA Filosofia

Se me ocurrió una idea nueva, y dirigí mi meditación hacia el
tiempo en vez del lugar. Hace hoy diez años que, habiendo
terminado tus estudios juveniles, saliste de Boloña. ¡Dios
eterno! Por lasabiduría inmutable, que alteraciones ha visto
este periodo en tu carácter! Paso por alto mil ejemplos: no
estoy todavía en puerto seguro para poder recordar las
tormentas pasadas. Puede venir un tiempo enque
posiblemente repase en debido orden todas las experiencias
del pasado y diga San Agustín: deseo recordar mis acciones
feas y la corrupción carnal de mi alma, no porque las ame,
sino para amartemas a ti Dios mío. Todavía hay en mi mucho
que es dudoso y malo, pero en lo que en un tiempo amaba,
eso ya no lo amo mas. Pero, ¿Qué digo? Si lo amo todavía,
pero con vergüenza y con pesar. Por finconfesé la verdad.
Así es. Yo amo, pero amo lo que quisiera no amar, lo que
quisiera odiar. Aunque repugnando, amo todavía, y siento en
mi miserable persona la verdad de la bien conocida
expresión:Odiar, si puedo; si no, ama contra mi voluntad.

Por lo menos con esperanza despidiendo tranquilamente de tus
pensamientos los residuos de la vida a medida que esta se
desvaneciera en la vejez?.
Estas yotras reflexiones re me ocurrieron, padre mío. Me alegre
de mi progreso me afligí de mis debilidades y compadecía la
inestabilidad universal de la conducta humana. Casi se me había
olvidado dondeestábamos y cual había sido el propósito de
nuestra aventura. La declinación del sol y el alargamiento de las
sombras de la montaña nos estaban ya advirtiendo que se
acercaba el momento de marcharnos.
Nopude distinguir las cumbres de los Pirineos, que forman la
barrera entre Francia y España, no por causa de algún obstáculo
que hubiera sino sencillamente por la insuficiencia de nuestra
visión mortal.Pero puedes ver con gran claridad las montañas del
la región del Lyon, y también, a nuestra izquierda la bahía de
Marsella y el mar que bate las playas de Aguas Muertas, estando
todos estos sitios...