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La revolución cultural del último tercio del siglo XX se basó en los cambios en la familia y el hogar, lasrupturas de las relaciones entre ambos sexos y entre las distintas generaciones.Hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la idea de familia estaba basada en la pareja y los hijos, sin embargoen la segunda mitad del siglo XX, esta ideología cambió “a lavelocidad de un rayo”, dando fuerza a una nueva: el divorcio. Pero Hobsbawm no sólo ve el divorcio como uno de los mayores cambios en lasociedad, sino que la disminución de matrimonios formales, lareducción del deseo de tener hijos, la bisexualidad y el incremento de personas habitando solas, forman parte de este nuevo período. Por lotanto, en ésta época empieza a tener más libertadtodo tipo de cultura sexual, heterosexuales, homosexuales, etc.; el divorcio, la venta de anticonceptivos e información acerca de este tema y, enalgunos lugares, el aborto, se legalizaron.Dice Hobsbawm, “pasaron a estar permitidas cosas que hasta entonces habían estado prohibidas, no sólo por la ley o la religión, sino también por la moralconsuetudinaria, las convenciones y elqué dirán”.Pero esto no fue igual en todas las sociedades del mundo, sino que estaban en “vías de modernización”. Así como estos cambios indicaban crisis en larelación entre ambos sexos,también lo hacían en la relación entre generaciones. Los jóvenes se volvieron un grupo social independiente (que se veía como adulto y no como adolescente) y consumidor, en sumayoría de músicarock, ropa y marcas. Hobsbawm señala tres novedades de la nueva “cultura juvenil”. La primera es que la juventud pasó a ser la fase culminante del desarrollo humano, entonces comenzaronaaparecer nuevos cosméticos rejuvenecedores y se dictaron nuevas leyes con respecto a la edad, por ejemplo, se bajó la edad de voto a los dieciocho años y la edad de jubilación. La segunda es el