Napoleón antes que guerrero , jurista
Por : Uriel Francisco Bonilla Currea.
Hablar bien de Napoleón es tan difícil como hablar mal... controvertido por excelencia, y si así no lo hubiesesido no tuviese gracia alguna en la historia ni tampoco peldaño en el pretérito que bien valiera la pena recordar. Por eso hoy nos osamos evocar su memoria a raíz de una magnánima obra que esta deonomástico: Su Code Civile, el que con denuedo, perseverancia, pertinencia, y atrevimiento ayudó a germinar para heredarlo a varios países que con reverencia hoy bien le pudiéramos cantar, en su segundocentenario, un merecido Happy Birthday.
Pequeño en estatura, pero de alma gigante la que sin rubor nepotista compartió con los suyos en las más altas esferas burocráticas imperiales, soberbio amorir, pero calculador fantasioso lo que le permitió blandir la bandera de la esperanza y de la victoria durante más de cuarenta ocasiones para terminar diciendo en su testamento moribundo que su gloria noconsistía en haber ganado tantas batallas y que lo que no podría nunca borrarse de su mente y persistir para siempre sería el fulgor de su Código Civil. Y la verdad, es que es difícil concebir al amode Europa que sin formación de jurista haya retado a los grandes de entonces -Tronchet, Bigot Prémeneu, Portalis, Maleville, Cambaceres- para ponerse a tono con ellos, y de ellos sacar ventaja hastapara institucionalizar conceptos que hoy aun están latentes en la sabia juridicidad contemporánea.
La Francia de entonces, que era un campo de batalla antes que de institucionalidad prestófedatariamente atención al insulso en hermenéutica, al probo en técnica jurídica, al primíparo en ciencias públicas y con su precariedad desbordó las expectativas las que rebotó en las facultades de derecho, enlas instituciones, en el Consejo de Estado y hasta en las Cámaras de Comercio que bien diseñó y que legó al mundo latino en su estructura.
Así como ardiente en la guerra, en la aprehensión del...
Regístrate para leer el documento completo.