Napoleón en España
Napoleón en España, 1808
Patrice Gueniffey*
D
esde hace dos siglos, los historiadores no acaban de preguntarse las ra
zones por las cuales Napoleón decidió intervenir en España, a riesgo
de abrir en Europa un nuevo frente cuando la paz era frágil, y para reempla
zar a su aliado el rey de España por uno de sus hermanos. Ningún otro epi
sodio de la historia del Imperioha suscitado más interrogantes que éste, a
no ser, quizás, la campaña de Rusia de 1812. Y con razón, ya que en ambos
casos el Emperador resultó vencido. Hay que notar que los historiadores se
habrían hecho menos preguntas si finalmente hubiese ganado. Lo que con
fiere a estos episodios su carácter enigmático es, al menos en parte, la de
rrota. Como Napoleón sólo fue vencido en muy rarasocasiones –la noticia
de la capitulación de un ejército francés en Bailén, España, el 22 de julio de
1808, retumbó como un trueno precisamente porque la opinión pública
había olvidado que los franceses no eran invencibles– la conclusión a la
que se llegó fue que tanto en España como en Rusia Napoleón no podía
ser vencedor y que, al no poder serlo, había cometido algo irreparable al
decidirintervenir en esos dos países. Por supuesto, ninguna guerra se pier
de definitivamente antes incluso de haberla empezado, y durante algunos
meses se creyó que la de España, por ser delicada, no tendría un final dife
ren e al de las numerosas campañas que desde hacía 15 años ha ían en
t
b
frentado a los ejércitos franceses con los soldados de la mayor parte de los
países europeos. Si bien,en 1808, una parte de España se subleva contra la
* Traducción del francés de Arturo Vázquez Barrón.
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Dossier
noticia de la doble abdicación del rey y de su hijo, y si la derrota de Bailén,
entre Andalucía y La Mancha, por una parte obliga al rey a abandonar la
capital de manera precipitada, y por la otra provoca el desembarco de un
cuerpo de expedicionarios ingleses, Napoleónrestablece la situación du
rante el invierno de 1808-1809. Al temer que la paz con Austria (firmada en
1805) pronto quede rota, estima no obstante que dispone del tiempo nece
sario para ir él mismo a reabrirle a José el camino hacia Madrid. Va corrien
do a España, se abre camino a través de la Sierra de Guadarrama, “libera” la
capital y le pisa los talones a los ingleses, quienes el 6 deenero de 1809,
tienen que reembarcarse precipitadamente en La Coruña. Lannes y Suchet
“pacifican” Aragón y Cataluña. Una vez que cae Zaragoza (en febrero de
1809), y excepto Gerona, que resistirá hasta diciembre, todo el Norte de la
pe
nínsula queda de ahí en adelante bajo el control de los franceses. En
1810, los ejércitos imperiales, luego de haber invadido la mayor parte de
Andalucía,están a las puertas de Cádiz, a un paso de ocupar la totalidad del
territorio. En ese momento, del lado francés, dos años después del inicio
de la guerra, se llegó a creer que la victoria estaba al alcance de la mano.
Pero estos éxitos también fueron los últimos. Cádiz no capituló y posterior
mente la situación no dejó de degradarse hasta que se emprendió la retira
da de España a finales de1813. ¿Podía haberse evitado el desastre? ¿Habría
podido sortearse si Napoleón se hubiese quedado más tiempo en Madrid,
en vez de regresar precipitadamente a París en enero de 1809 para enfren
tar las amenazas cada vez más precisas de una nueva guerra con Austria?
¿Habría podido esquivarse si José hubiese tenido más autoridad, en particu
lar sobre los mariscales –Soult, Ney, Suchet o Victor–que reñían y, celosos
de ver que su colega Murat se había convertido en rey de Nápoles, soñaban
con hacer pedazos a España y Portugal para obtener ahí sus propios reinos?
Los historiadores lo dudan. Los contemporáneos mismos tenían el senti
miento de que Napoleón no saldría del avispero español en el que cada
victoria era como un espadazo en el agua, con el fuego apenas apagado por
aquí y...
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