Narco y literatura
LLL. Maricarmen Esquivel Colín.
Si eres pobre te humilla la gente
Si eres rico te trata muy bien
Un amigo se metió a la mafia
Porque pobre ya no quiso ser
Ahora tiene dinero de sobra
Por costales le pagan al mes.
Corrido El Centenario.
El fenómeno del narcotráfico ha logrado permear cada vez con más rapidez las estructuras sociales; cada día escuchamosnuevas y aterradoras noticias sobre el modus opernadi de los cárteles de la droga, se producen series, películas y novelas, documentales o reportajes que buscan definir o resolver el problema social que este fenómeno representa.
Pensemos solamente en Malverde, el “santo narco”, su grande culto y veneración –aunque se da en el norte del país sirve para ejemplificar cómo el narco trastocaestructuras, resulta curioso que en un país tan católico, la figura de un narcotraficante pueda ser identificado con la de un santo, lo anterior nos sirve para darnos una idea de la poderosa influencia que este tipo de crimen tiene dentro de la colectividad.
Una de las más socorridas formas de expresión artística del narco en México es sin duda el llamado narcocorrido, que surge del pueblo y para elpueblo y pretende hablar del narcotráfico y sus figuras prominentes, en ellos se cantan las hazañas de capos que las más de las veces saltan de la pobreza para convertirse en “el patrón”.
Estás canciones pertenecen a una muy bien definida subcultura del narco que retrataba exclusivamente a quienes en ella participaban, sin embargo, el narcotráfico ha cobrado relevancia al ser parte de una guerracruenta y penosa que tiene al país convulsionado en los últimos años, esta efervescencia permite que la subcultura del narco esté cada vez más arraigada dentro de la sociedad y que el narcocorrido –mismo caso la literatura del narco- sean cada vez más rentables. A propósito de los elementos definitorios del “ser narco” y su inclusión en la Literatura Orlando Ortiz comenta:
Además, los autores deficción, más que abordar con acuidad el narcotráfico, se quedan en el color, en los aspectos costumbristas (que no tienen por qué ser malos en sí, sino más bien insuficientes). Corridos, botas picudas y de tacón a lo Fox, fara fara, cintos piteados con hebillas costosas en las que lucen sendos ak47 cruzados, o una rama de mariguana, sombrero texano, armas con chapa de oro y con diamantes o esmeraldas enla cacha de marfil; lenguaje norteño cargado de pistear, batos, morros, etcétera. A veces se menciona a la Santa Muerte, a veces es Malverde el invocado. ¿Y luego? Los elementos mencionados no serían nefastos si no se quedaran en eso: detalles de color que no van más allá y, peor aún, que se presentan como si fuera lo esencial de los narcotraficantes. ¡Ah! Olvidaba la violencia, a veces confuertes matices de gratuidad. Tampoco me parece mal la utilización del lenguaje norteño, es más, lo considero indispensable, siempre y cuando se sepa utilizar con eficacia y no como detalle de color o graciosa curiosidad lingüística.
Tal vez sea necesario repasar algunos puntos importantes del antecedente más cercano a la novela del narco, es decir, la novela negra. Para autores como FelipeRestrepo, la novela negra viene de una profunda raíz social, pretende denunciar la violencia y el horror, identifica la vida de los pueblos en opresión por el crimen que finalmente es una consecuencia de las fallidas instituciones del Estado; en el caso específico de México, la violencia y la corrupción son temas que han incitado un tipo de Literatura más cruda, que en muchos puntos coincide con suantecedente, pero que, en mi opinión, la sobrepasa. Para Mempo Giardinelli:
¿de qué hablamos cuando decimos «género negro»? No de una cuestión de raza, desde luego, sino de aquella literatura que se ocupa de la parte más sucia, generalmente la más sórdida, oculta y negada de toda sociedad. Esa coloración viene, quizá, del periodismo, en el que suelen usar colores para metaforizar: se dice prensa...
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