Narco

I

Las raíces feroces

A finales de 2006, el gobierno de Vicente Fox Quesada, primer pre­ sidente de oposición en México tras 70 años de dictadura priísta (régimen del Partido Revolucionario Institucional, pri), llegó a su fin con un saldo en contra: todos los intentos que hizo por frenar al crimen organizado, principalmente al narcotráfico, resultaron fa­ llidos . La violencia comenzó adesbordarse sin que dique alguno la contuviera . De hecho, la pesadilla de su sexenio comenzó el 19 de enero de 2001, a 50 días de haber asumido el poder . Ese día, el capo más famoso de México, Joaquín el Chapo Guzmán Loera se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, en el estado de Jalisco, tras haber maquinado un plan en el que resultaron implicados tanto funcionarios de la prisión comodel gobierno fe­ deral . Aunque las investigaciones posteriores arrojaron evidencias de que su escape fue largamente planeado, lo cierto es que, a 10 años de distancia, aún pesan las sospechas de que al actual jefe del cártel de Sinaloa “le abrieron la puerta” de la prisión, y que para concretar ese plan se confabularon los hombres de la delincuencia en el poder, aprovechando la debilidad de latransición política en el país . Vicente Fox, en efecto, había puesto fin a la larga etapa priísta, de 70 años en el poder presidencial . Era aquélla la dictadura perfecta, como la llamó el Premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa . No obstante, el viejo sistema mantuvo incólume su es­ tructura en todo el país, pues hoy sigue gobernando en la mayoría de los estados y municipios dela República mexicana . No sólo eso: 19

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la historia
todas las redes de complicidades permanecen sólidas e inquebranta­ bles, como en los espléndidos tiempos en que tuvo el poder presi­ dencial . El pri está tan posicionado que se prepara para regresar al poder en el año 2012 . Fox, el presidente de las botas vaqueras, le declaró la guerra alnarco cuando la seguridad del país se vio amenazada por la violencia, pero sus acciones entre los años 2000 y 2006, los de su presidencia, re­ sultaron un fiasco, más impetuosas que efectivas . Si bien descabezó a dos cárteles —lo que no significa que los haya exterminado, pues se rearticularon y actualmente están activos—, al detener a Benjamín Arellano Félix y Osiel Cárdenas Guillén, jefes de loscárteles de Tijuana y del Golfo, respectivamente, lo cierto es que nueve orga­ nizaciones gozaron de impunidad y de libertades para manejar el negocio del narcotráfico, con la complicidad de las policías y aun de algunos altos jefes del Ejército . En México, las ligas entre narcos, políticos y militares tienen ante­ cedentes escandalosos, que se inscriben en el fenómeno de la narcopo­ lítica,pues, como lo demuestra la historia, para mantener a salvo sus negocios, los grupos criminales necesitan de la complicidad del poder . Por ejemplo, tres años antes de que Vicente Fox asumiera la pre­ sidencia de la República, había muerto en una cirugía el capo mexi­ cano más aventajado en los años noventa: Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos . Había tejido fino en la estructura del poderpolítico . El último gobierno priísta, el que encabezó Ernesto Zedillo Ponce de León, atravesaba el segundo tramo de su periodo guberna­ mental en medio de fuertes golpes: las bandas de narcotraficantes se disputaban las principales rutas de trasiego de droga en el país, sobre todo las zonas fronterizas con los Estados Unidos . Entidades como Baja California, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Sonoray Chihuahua, por citar sólo algunas, enfrentaron cotidiana­ mente verdaderos baños de sangre . En estos estados, las fuerzas fede­ rales comenzaron a verse avasalladas por la violencia desatada por el narco . A la vista, la artillería de los capos resultaba más poderosa y efectiva desde entonces . 20

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El zar defenestrado...