Narrar la obediencia: Villa, de Luis Gusmán




Narrar la obediencia:
Villa, de Luis Gusmán





Por Carolina Fernández
Universidad de Buenos Aires, 2003
carofernandez99@gmail.com



Una mosca, recién atrapada en la tela de la araña, mientras la araña, repleta de haber comido, tarda en llegar, puede pasarla bastante bien si se relaja mientras espera. Los hilos son de una suavidad casi intangible, acompañan sin trabar cadamovimiento del cuerpo, mientras no sea muy brusco. Es como estar tirado en una hamaca, en vacaciones, sin otra cosa que hacer que mecerse en la brisa y mirar el azul del cielo con los ojos entrecerrados. Sí, sí, podría quedarme toda la vida así tirado. Y sin no me muevo demasiado estos hilos ni se sienten, son tan tenues, es como si flotara de espaldas en el aire. Sí, sólo se hacen reales cuandotrato de zafarme.

Carlos Gamerro, Las islas.
INTRODUCCIÓN

Este trabajo se propone estudiar las estrategias del narrador de Villa, de Luis Gusmán. El relato es la historia de Villa, su personaje, que narra en primera persona pero pretendiendo no imprimir, en principio, una carga ideológica a los hechos que conforman su vida. A partir de esta torsión, de este forzamiento del lenguaje, y con élde los acontecimientos, para simularlos neutros, en un momento político en que neutralidad significó aceptación de la aberración, el personaje narrador se nos hace simplemente odioso. Encontramos que ese efecto de lectura (la irredención, la condena del personaje por parte del lector) es un gran logro de la novela, y que se va construyendo no sólo en los vaivenes del personaje, sino también yfundamentalmente en las oscilaciones y voluntarias ambigüedades del narrador.
Para distinguir los dos momentos de Villa, el de narrador y el de personaje, recurrimos a la teorización sobre la situación autobiográfica (capítulo I): si bien se trata de una historia ficcional, esta reflexión nos permite separar temporal e ideológicamente al que narra del que fue, detenernos en la correlación que seestablece entre ambos. De allí en más, rastrearemos las marcas del progresivo hundimiento del narrador, junto con su personaje (capítulo II), en la marea (red) burocrática por la que se deja atrapar primero, y llevar después (capítulo III). Su relato se vuelve, a través de un análisis minucioso, incoherente, falso en alguna de sus partes, siquiera en su neutralidad. Veremos así que esta narración seinserta dentro de un conjunto de relatos fracasados, desubicados, del personaje Villa: denuncia, delación, testimonio, confesión, relación, que por implicar un nexo con la verdad (con una verdad) no toleran la vaguedad, mucho menos la contradicción.
Consideramos que una novela cuya trama se ancla en el fin del gobierno peronista y el inicio del proceso no puede eludir una discusión acerca de loshechos. Los procedimientos técnicos que idea o a los que recurre son utilizados en función de un contenido (que sigue siendo) problemático. En los últimos años, por otra parte, se han intentado contar por medio de la ficción las otras historias, que no son las de los sobrevivientes, reunidas como testimonios en el Nunca Más, ni las de los principales ejecutores, sentenciados durante elalfonsinismo: se trata de indagar en la dimensión menos visible del proceso, pero que lo mantuvo y le dio legitimidad1
I. Villa y el relato de la vida: La gente siempre quiere que uno esté de un solo lado (p. 119)2

Cuando leemos un texto como autobiografía concedemos, en primer lugar, cierto status histórico al personaje narrador, es decir, el autobiógrafo se construye como tal porque determinadoconsenso indica que merece ser escuchado: reúne ciertas características que lo distinguen, lo hacen más o menos universal o especial y lo vinculan de algún modo con la Historia. En lo que respecta a Villa, su caso, si bien ficcional, podría representar el de decenas de médicos que pusieron sus conocimientos y recursos al servicio del poder en un momento en que, si toda disidencia con el discurso...