Narrativa

CAPÍTULO I

Se sentía seguro de haberla querido. También de que ella lo había querido. Por eso le era mucho más difícil entender por qué ella no lo había elegido a él. Por qué después de tantapostergación, la decisión era la misma. Ella seguiría con su enamorado. -Es que no se puede terminar una relación de cinco años así de fácil –decía ella. -Él llora y me da pena –era otro motivo. –Dametiempo- decía finalmente. Estaban empezando el segundo año de vivir como enamorados sin serlo, de vivir el sueño del noviazgo sin el consentimiento de nadie, con planes de matrimonio sin la solidez deuna relación. –Pero, si estás conmigo y yo estoy contigo- insistía ella. Y él, muriendo de a pocos. Vacilando si dejarla de una vez por todas o darle una nueva oportunidad. Había dado por terminada larelación –o lo que fuera- muchas veces, pero llegaba ella, con la magia de sus ojos rasgados, su voz tierna, comprensiva, sus caricias, sus atenciones, su entrega, su pasión, y él cedía, débil, torpe.Toda la fortaleza que pudo acumular en dos, tres días, una semana quizá se esfumaba como quimera ante la intensa presencia de ella. Que más daba. Al estar cerca él solo existía para ella y ella era loúnico en el universo para él.
Alguna vez él le preguntó: -Dime ¿qué somos?
* Pareja- contestó ella, resumiendo la etimología y la semántica.
* Pero, ¿cuándo seremos algo más? – insistíaél.
* Dame tiempo – y él le daba más tiempo.
Dos años y el diálogo era el mismo.
Ella no era mala. Todo lo contrario. No quería herir a ninguno. Al novio le daba más tiempo para que asimilaraque ya no lo quería. A la “pareja” le pedía más tiempo para que se libere del novio sin causarle daño. Lo que logró fue dañar a ambos. Y a ella misma.
Con el novio había empezado como empezó cadauna de sus relaciones: a escondidas. Su primer hombre era un muchacho mayor, cuando ella apenas llegaba a los dieciséis. Lo amó con ternura y se le entregó con confianza. Este campeón era amigo de...