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Introducción.
En el capitulo La esencia de la moral del libro La Ética de Adolfo Sánchez Vázquez, habla sobre la moral como un conjunto de normas que el hombre puede aceptar libre y conscientemente. De esta forma ayuda a regular su conducta individual y social. Así mismo, Sánchez Vázquez divide la moral en un doble plano: el normativo, constituido por las normas y reglas queenuncian algo que debe ser de cierta manera; el fáctico, o plano de los hechos morales, constituido por ciertos actos humanos que se dan efectivamente, es decir, que son, independientemente a cómo estimemos que debieron ser. El primero plano, se refiere a como debería conducirse un determinado tipo de comportamiento, mientras que el segundo; siempre corresponde a acciones concretas que pueden o noajustarse al primero. Al existir una variante de individuos con posturas y moral propia, el intentar establecer como regla que la norma y el hecho deben coincidir, es prácticamente imposible, aunque lo realizado (lo fáctico) solo cobra significado moral en cuanto puede ser referido (positiva o negativamente) a una norma. Por otro lado, en sociología existe un término en relación al sentido decorrespondencia entre lo normativo y lo fáctico, el término Anomia, este se emplea para referirse a una desviación o ruptura de las normas sociales. Estas normas sirven al igual que el plano normativo dentro de la moral, orientando el comportamiento de los individuos. A su vez, se afirma que el no seguir estas normas de la sociedad puede provocar una situación desorganizada dando como resultado uncomportamiento no social.

Aparecen dentro de la sociedad diversos jóvenes desnortados; jóvenes que demuestran estar en una búsqueda constante de identidad y un lugar donde sentirse cómodos. A raíz de lo anterior, crean utopías en redes sociales donde encuentran refugio y pueden expresar sus problemas un tanto superfluos, los cuales son apoyados por esa, su comunidad. Sus dispositivos móviles seconvierten en armas para esta expresión y con toda seguridad lo hacen frente a esa sociedad acrítica que suele coincidir con ellos. Son parte de una generación perdida; que según Meredith Haff en su libro Dejad de lloriquear “son una generación con escaso interés por la vida pública y política inmediata, con la charlatanería de un vendedor de feria en su puesto de anfetas, la rebeldía consumistahipster¹, la nostalgia prematura, el narcisismo exhibicionista, el exceso de información y la firme convicción de que abrazar la edad adulta no es cosa suya. Una generación, en definitiva, desnortada y, por encima de todo, triste”. Es necesario mencionar, la tristeza es algo innato como la alegría y está presente en todas las categorías sociales, no obstante con privilegios se soporta mejor. Sinembargo, dentro de esta sociedad aún podemos encontrar a quienes no se encuentran tristes, ni mucho menos con un sentido de autocomplacencia, son aquellos que aún perteneciendo al tiempo de esta generación poseen inquietudes más allá del mainstream² y todos lo jueguitos de Apple³.
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Antecedentes
En mi andar diario me he encontrado con jóvenes que poseen un comportamiento algo particular y queforman parte de la generación a la que pertenezco. Ese comportamiento parece partir de un apego por lo artificial, pero no visto desde un punto de vista consumista, si no más por el lado indentitario; puesto que los objetos que poseemos como nuestra ropa, nuestra computadora o nuestro auto, de alguna manera les damos una carga de identidad. De primera instancia los compramos por su función, perodudo que al momento de esta acción pasemos por alto nuestro gusto y/o hasta el grupo social al que pertenecemos; considerando que de una manera consciente o inconsciente, aquello que es adquirido “encaja” con nosotros.

Al ver a jóvenes inmersos y perdidos en sus dispositivos móviles, sin algún interés aparente por lo que sucede a su alrededor me lleva a establecer una relación con aquellos...