Naturaleza y valor de la igualdad-castoriadis
Síntesis.
“La cuestión de la igualdad se relaciona con la representación que nosotros hacemos de la naturaleza humana. Se refiere, pues, a una interrogación filosófica y religiosa. Pero también tiene relación con el modelo que nos proponemos de una sociedad justa y, por lo tanto, tiene una dimensión sociopolítica”. Y laexistencia d estas dos dimensiones (la dimensión filosófica y la dimensión política), su relativa independencia y al mismo tiempo el hecho de que sean solidarias entre sí, muestra la dificultad de nuestra cuestión, la cuestión de la naturaleza y del valor de la igualdad.
Filosofía y política nacen juntas, en el mismo momento, en el mismo país, suscitadas por un mismo movimiento, el movimiento hacia laautonomía individual y colectiva. Cuando se dice filosofía no se refiere a sistemas, a libros, a razonamientos escolásticos. Se trata primero y ante todo del cuestionamiento de la representación instituida del mundo, del cuestionamiento de los ídolos de la tribu en un horizonte de una interrogación ilimitada. Cuando se dice política no se habla de elecciones municipales ni presidenciales; lapolítica, en el verdadero sentido del término, es el cuestionamiento de la institución efectiva de la sociedad, es la actividad que trata de encarar lúcidamente la institución social como tal.
La creación filosófica (como la creación política) sólo tiene un sentido para quienes están aguas debajo de esa creación. Por eso encontramos este límite: la filosofía no solamente no puede ser fundadalógicamente sino que no podría prevalecer contra actitudes y creencias que ignoren el mundo filosófico, que están aguas arriba de ese mundo. De la misma manera, las ideas políticas que profesamos no pueden ser demostradas ante individuos formados en otras sociedades y para quienes dichas ideas políticas no representan una parte de su tradición histórica o de su representación del mundo.
Lafilosofía, que es ella misma creación histórico social, depende evidentemente del mundo histórico social en el cual se creó, lo cual no quiere decir que esté determinada por ese mundo. Filosofar o pensar en el sentido fuerte del término es esa empresa supremamente paradójica que consiste en crear formas de pensamiento para pensar lo que está más allá del pensamiento, lo que simplemente es. Pensares tender hacia algo diferente del pensamiento sabiendo sin embargo que esa otra cosa sólo podrá captarse en el pensamiento y por el pensamiento y sabiendo en definitiva.
Fundamentos metafísicos de la igualdad de los seres humanos son insostenibles en sí mismos y tanto es así que ya no se oye hablar más de ellos. Ya no se oye decir que la exigencia de la igualdad o la exigencia de lalibertad se funda en la voluntad de Dios, que nos creó a todos iguales, o en el hecho de que por naturaleza somos iguales, o en la circunstancia de que la razón exige que.. Y es completamente característico que todas las discusiones contemporáneas sobre los derechos del hombre exhiban una marca de pudor, por no decir pudibundez, o por no decir pusilanimidad filosófica sin más ni más. Pero tambiénestos “fundamentos” filosóficos o metafísicos de la igualdad son o se hacen en su utilización más que equívocos. En virtud de ciertos deslices lógicos o de algunas ocultas premisas suplementarias, se puede hacer derivar de ellas tanto al defensa de la igualdad como lo contrario.
El cristianismo, como buena teología, sólo tiene que ver con una igualdad ante Dios, no con una igualdad social ypolítica. Y, como buena práctica histórica, el cristianismo casi siempre aceptó y justificó las desigualdades terrestres. A veces resulta extraño ver como pensadores, por lo demás serios, quieren hacer de la igualdad trascendente de las almas, igualdad profesada por el cristianismo, un antecedente de las ideas modernas sobre la igualdad social y política.
Por cierto que la igualdad de todos...
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