naturalista
Ya hasido largamente estudiado eso que se bautizó con el nombre de Síndrome de Estocolmo. Un estado según el cual los secuestrados ven con simpatía al secuestrador hasta el punto de creer que les hacen unfavor dejándolos con vida, creando un vínculo afectivo con él (ver Síndrome de Estocolmo en http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Estocolmo). Eso es lo que están viviendo los venezolanos quienestodavía piensan de buena fe que dialogar con delincuentes puede conducir a algo. Las naciones civilizadas del mundo concluyeron desde hace muchos años que no se puede negociar con terroristas.Siempre sale más costoso.
Gracias a Dios que en el caso personal de Laureano y en el de muchos otros en su situación, eso de “dialogar” con los delincuentes dio resultados. Pero me atrevería a asegurarque en la mayoría de los casos las personas no corren con la misma suerte. Personalmente conozco uno de un muchacho amigo, que luego de "dialogar" con unos motorizados armados quienes le pidieron lasllaves del carro a las puertas de su casa, al arrancar los delincuentes con el vehículo, el motorizado que iba detrás saco una ametralladora y con una ráfaga lo dejo tendido frente a la miradaenloquecida de su madre. Esa "negociación" no resulto bien. Dejo una esposa y dos hijos muy pequeños y de los cuales él era el único sostén.
Esa y muchas experiencias no exitosas indican que la máxima...
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