Navidad en las montañas

NAVIDAD EN LAS MONTAÑAS

AUTOR: IGNACIO MANUEL ALTAMIRANO
MAESTRO: ING. GUILLERMO
ALUMNA: JAZMIN AYALA GARCIA
GRUPO:301
HISTORIA

INTRODUCCION

Ignacio Manuel Altamirano es uno de los más íntegros escritores de su época. Además de su acendrado oficio por las letras, incursiono en la política, en donde tuvo enormes repercusiones.
La poesía, la novela, la critica y la crónica tuvieronen Altamirano a un invaluable representante. Este prolífico escritor fue el maestro de la segunda generación de escritores de lengua romántica.
Por su participación como soldado en la Revolución en Ayutla, en las guerras de reforma y en la intervención francesa, Ignacio Manuel Altamirano se ganó el respeto y la admiración de sus alumnos
y compañeros de generación. De espíritu liberal yasombrosamente activo, participó en todos los sucesos culturales de su época.
En Revistas Literarias de México realizó un excelente resumen de la novela de México desde principios del siglo XIX. Altamirano considera que luego de la suspensión de actividades en la Academia Letrán; de la invacion de Estados Unidos; de cuatro mortíferas guerras civiles; del ataque de los franceses y de la batalla en contradel segundo imperio, pese a que se frustraron muchas ilusiones, se logró conservar la unidad, pues la pericia de los experimentados luchadores en el campo de la política y en el de las actividades culturales servirá a las nuevas generaciones para establecer la verdadera literatura nacional.
Altamirano comprende la novela no como un pasatiempo, sino que asegura “es necesario apartas sus disfracesy buscar en el fondo de ella el hecho histórico, el estudio moral, la doctrina política debido a que la novela de hoy suele ocultar la biblia de un nuevo apóstol o el programa de un audaz revolucionario”.

CAPITULO I

El sol se ocultaba ya; las nieblas ascendían del profundo seno de los valles; deteníanse un momento entre los oscuros bosques y las negras gargantas de la cordillera, como unrebaño gigantesco; despúes avanzaban con rapidez hacia las cumbres; se desprendían majestuosas de las agudas copas de los abetos e iban por último, a envolver la soberbia frente de las rocas, titánicos guardianes de la montaña que habían desafiado allí, durante millares de siglos, tempestades del cielo y las agitaciones de la Tierra.
Los últimos rayos del sol poniente franjeaban de oro y depúrpura estos enormes turbantes formados por la niebla; parecían incendiar las nubes agrupadas en el horizonte, rielaban débiles en las aguas tranquilas del remoto lago, temblaban al retirarse de las llanuras invadidas ya por la sombra, y desaparecían despúes de iluminar con su última caricia la oscura cresta de aquella oleada de pórfido

CAPITULO II
La noche se acercaba tranquila y hermosa: era el 24de Diciembre; es decir: que pronto la noche de navidad cubriría nuestro hemisferio con su sombra sagrada y animaría a los pueblos cristianos con sus alegrías intimas. ¿quien que a nacido cristiano y que ah oído renovar cada año, en su infancia, la poética leyenda del nacimiento de Jesús, no siente semejante noche avivarse los de más tiernos recuerdos de los primeros días de la vida?
Yo, ¡hay demi! Al pensar que me hallaba, en este día solemne, en medio del silencio de aquellos bosques majestuosos, aun en presencia del magnifico espectáculo que se presentaba a mi vista absorbiendo mis sentidos embargados poco a poco ha por la admiración que causa la sublimidad de la naturaleza, no puede menos que interrumpir mi dolorosa meditación, y encerrándome en un religioso recogimiento, evoquétodas las dulces y tiernas memorias de mis años juveniles.

Ellas se despertaron, alegres como un enjambre de bulliciosas abejas y me transportaron a otros tiempos, a otros lugares; ora al seno de mi familia humilde y piadosa; ora al centro de populosas ciudades, donde el amor, la amistad y el placer en delicioso concierto, habían hecho siempre grata para mi corazón esa noche bendita....