Navidad

Año XXXV – Número 5 – Ciclo B – 25 de diciembre de 2008

NAVIDAD
[pic]


PRIMERA PAGINA


LA NAVIDAD CRISTIANA

Ya estamos en Navidad. Y, quién más, quién menos, todos tenemos el corazón un poco inundado de bolas de cristal, campanas, árboles de Navidad, christmas, belenes y otros artículos o elementos más o menos al uso. Esta noche pasada se habrá reunido toda la familia, o al menosse habrá hecho un gran esfuerzo por reunirla, se habrá telefoneado a los miembros que están lejos, y se habrá procurado cenar todos a la misma hora—al menos, una vez al año—, como un rito propio de Navidad. Los villancicos habrán vuelto a sonar, aprovechando su efímera vida, como una moda de dos semanas que desaparece poco después para todo el resto del año. Los dibujos de los christmas o losmodelos que proliferan en los diseños y los escaparates repetirán con una ciega fidelidad la imitación de los modelos de casitas nórdicas, cubiertas de nieve en la noche y pobladas por esos idílicos personajes eternamente infantiles, chatos, pecosos, llenos de angelical ingenuidad. Y, por supuesto, detrás de todo ello podríamos descubrir un enorme tinglado económico y publicitario, unas técnicas bienestudiadas, incluso desde las motivaciones de la psicología profunda, para utilizar la «campaña navideña» como una campaña comercial más.
¿Ya estamos en Navidad? ¿Qué Navidad? Sí, porque a uno se le puede antojar esa pregunta: ¿Qué tiene que ver todo esto con la Navidad, con el nacimiento de Jesús? Y hay que reconocer que entre una cosa y otra no hay una relación directa e inmediata, sino bienmediata y mediatizada por elementos y costumbres culturales.
Tiene que ser una experiencia interesante y aleccionadora para nosotros los cristianos europeos —que nos consideramos el centro del mundo y el primer analogado en cuanto a lo que a cristianismo se refiere— el pasar una Navidad fuera de Europa, en el hemisferio Sur o en otras latitudes. Verse obligado por la climatología a vivir la Navidadsin nieve y sin frío, sin cristales que se empañan con el aliento y sin necesidad de recogerse en el calorcillo del fuego del hogar, porque en el mundo ecuatorial la Navidad no interrumpe la media de treinta grados de temperatura. Celebrar la Navidad en la selva, donde no suenan otros villancicos que el jolgorio de chillidos de todos los animales que amamanta la selva. Vivir la Navidad en una zonade campesinos marginados y olvidados, o de afroamericanos oprimidos y explotados, donde todos nuestros artículos navideños ornamentales suenan a puro lujo y despilfarro, en donde faltan los artículos más elementales para la subsistencia humana. Tiene que ser ésa una experiencia aleccionadora, porque puede permitirnos entonces preguntarnos con más motivo: ¿qué queda de verdadero de nuestra Navidadeuropea, si todos esos elementos que la caracterizan son accidentales, ficticios, incluso antievangélicos algunos? ¿Qué hay en ella de específicamente cristiano? ¿Dónde esta la Navidad cristiana? ¿Dónde y cómo nace Jesús en esa Navidad?
Navidad es la celebración de que Dios no ha querido quedarse encerrado en un Olimpo metafísico y ahistórico, sino que ha querido acercarse al hombre. Ha queridomezclarse en nuestro camino, hacerse compañero de viaje. Se ha acercado tanto que se ha identificado. Se ha confundido. Ha pasado por uno de tantos. Y eso da un sentido nuevo a la vida, a la historia, al futuro.
Si la Navidad no nos lleva a celebrar el hecho de que Dios se ha hecho compañero nuestro de viaje; si la Navidad no nos lleva a vivir estas celebraciones con un sentido de expresión ycelebración de la fe, la fe explícita de la Navidad, será una Navidad la nuestra descabezada, privada de lo más esencial suyo. Y, desde luego, será una Navidad pagana.
Si la Navidad no nos lleva a vivir acentuadamente una austeridad y un compromiso por los pobres, con quienes el homenajeado de la Navidad ha querido identificarse tan descaradamente, será que no hemos dado en verdad con él, sino con...