Navidad

No existe mejor época que ésta, esta misma época de Navidad, para que todos nos dediquemos de nuevo a lo que enseñó Jesucristo, no caigamos en la comercialización anual de laNavidad, de cómo la Navidad cada vez es menos acerca de Jesucristo y más acerca de ventas, fiestas y regalos. Nos hemos formado una imagen mental de cómo debe ser todo: el árbolperfecto, las luces perfectas, los regalos perfectos y los acontecimientos familiares perfectos. … Pero tarde o temprano, ocurre algo desagradable… y la Navidad perfecta que habíamosimaginado, la magia que habíamos intentado crear, se hace añicos a nuestro alrededor
Sin embargo, si estamos dispuestos a centrar el corazón y la mente en el verdadero espíritu dela Navidad, reconoceremos hechos maravillosos a nuestro alrededor…. Nuestra familia, amigos, tiempo para compartir. Lo que mas recuerdo de la navidad en mi infancia no son losregalos, sino el hecho de estar todos juntos, salir de paseo.
La Navidad es lo que nosotros hacemos de ella. A pesar de todas las distracciones, podemos asegurarnos de queJesucristo sea el centro de nuestra celebración. Si no lo hemos hecho ya, podemos establecer tradiciones navideñas para nosotros y para nuestra familia que nos ayuden a captar ymantener el Espíritu de la Navidad.
El espíritu de esta época crea en el corazón el deseo de dar alegría a los demás y de servirlos. En esta época del año nos sentimos conespíritu de dar y de gratitud por lo que nos han dado. La celebración de la Navidad nos ayuda a mantener nuestra promesa de recordar siempre al Salvador, cada acto de bondad haciacualquier persona se convierte en un acto de bondad al Salvador

Que la paz y el gozo que viene por medio de el Salvador, este presente en sus vidas y en sus corazones.
Feliz Navidad.