Los líderes del Nazismo. Su escritura, su carácter El mes de agosto de 1934, con la muerte del presidente alemán Paul von Hindemburg, comienza uno de los episodiosmás oscuros y terribles de la Historia: el Tercer Reich y su horrible y estremecedora consecuencia, el Holocausto nazi. Con la subida de Adolf Hitler al poder, el paíscomenzó a regirse por una política que, más que como tal, apareció ante el mundo como una extraordinaria epidemia de propagandas y férreos ideales, una dictadura sinprecedentes asentada en una fé totalmente ciega, que extendió por toda Europa la destrucción y el horror. La política exterior nazi se basaba en la creencia de queAlemania era una especie de Estado elegido para extender una población biológicamente pura, y racialmente superior. Las mujeres, en su papel “privilegiado”, eran lasencargadas de procrear cuantos más niños puramente arios fuese posible. Los militares nazis, por su parte, se encargaban de imponer y expandir esta creencia por lafuerza, destruyendo a su paso todo lo “impuro” y racialmente inferior. Así, todos los judíos y gitanos tenían que desaparecer, debían ser irremediablemente exterminados.El enemigo racial número uno, los judíos, se colocaron en el punto de mira del Reich, y así fue cómo dio comienzo uno de los genocidios más siniestros, conmovedores einhumanos de la Historia mundial. Hablando en cifras, más de seis millones de judíos, entre hombres, mujeres y niños, fueron hechos prisioneros en campos deconcentración. Muchos de ellos murieron a consecuencia de enfermedades, epidemias, o trabajos forzados; los demás, fueron asesinados cruelmente en las cámaras de gas.
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