Nebrija y la lengua
Se exponen en este artículo unas reflexiones, acompañadas de algunas fuentes documentales, especialmente de dos, el Prólogo en castellanode Nebrija a su Gramática castellana y el Prefacio en latín de Lorenzo Valla a sus seis libros de las Elegancias. Estas reflexiones, por razones de operatividad, se ciñen al hecho lingüístico, con escasas referencias al complejo hecho sociopolítico coetáneo, si bien con consciencia plena de su ineludible interdependencia.
Cuando el 18 de agosto de 1492 Elio Antonio de Nebrija imprime suGramática de la lengua castellana, Colón llevaba quince días de su primer viaje a las Indias. En su prólogo el humanista razona a la reina Isabel la importancia de su aportación. El primer razonamiento es bien conocido de todos:
“Cuando bien conmigo pienso mui esclarecida Reina: i pongo delante los ojos el antigüedad de todas las cosas: que para nuestra recordación ( memoriaquedaron escriptas: una cosa hállo ( sáco por conclusión mui cierta: que siempre la lengua fue compañera del imperio; ( de tal manera lo siguió: que junta mente començaron, crecieron ( florecieron. ( después junta fue la caida de entrambos.”
En esta cita encontramos muchos elementos que miran hacia su futuro y también hacia su pasado. Mirando hacia su futuro, se constata que el sintagmaderivado de este texto, “la lengua del Imperio”, gozó de éxito y que aún mantiene connotaciones negativas en nuestra sensibilidad por el uso abusivo que de él hizo algún régimen político no lejano. Cabe decir, sin embargo, que el “imperio” del texto alude más a su significado latino original que no al moderno de forma de Estado. Así, en el mismo prólogo, Nebrija escribe:
“Lacual [la lengua castellana] se extendió después hasta aragon ( navarra ( de alli a italia siguiendo la compañía de los infantes que enviamos a imperar en aquellos Reinos”.
Es decir, imperar e imperio equivaldrían a dominar y dominio. De hecho, en agosto de 1492 la expansión de Castilla apenas se había iniciado fuera de las fronteras peninsulares y su monarca Carlos V aún tardaría casitreinta años en ser coronado emperador. El sentido de imperio, de imperio español, en el sentido que le da, por ejemplo, Henry Kamen en su reciente libro, Empire, llegaría más tarde.
El texto, decíamos, mira también a su pasado, y, en efecto, tiene unos antecedentes preclaros. Estos antecedentes están escritos en latín, pero, en nuestro propósito, no hay que remontarse a los tiempos de laRoma clásica, sino a la Roma renacentista de mediados del siglo XV, a los humanistas italianos más destacados y, entre ellos, a Lorenzo Valla, secretario del rey de Nápoles, Alfonso de Aragón. En concreto, hay que referirse a su Prefacio a los seis libros de las elegancias, de hacia 1440, texto que podría considerarse el modelo de manifiesto nacionalista vinculado a la lengua y que recoge laquintaesencia de su argumentario:
|“Italia es nuestra, la Galia es nuestra, Hispania es | |“Nostra est Italia, nostra Gallia, nostra Hispania, |
|nuestra, nuestras son Germania, Panonia, Dalmacia, Iliria y| |Germania, Pannonia, Dalmatia, Illyricum, multaeque aliae |
|muchas otras naciones. Pues el imperio romano está | |nationes. Ibi namque romanumimperium est ubicumque romana |
|dondequiera señorea la lengua romana. [...] Muchos pueblos | |lingua dominatur. [...] et multarum gentium, velut una lex, |
|tienen, igual que una única Ley, como única lengua la | |una est lingua romana” [...] |
|romana” [...] | |apud nos, id est apud multas nationes,...
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