negicios rentables
"No podemos acabar todos montando un bar", sentencia Borja Garay. Él fue víctima hace cuatro años de un proceso de reestructuración en la empresade eventos en la que trabajaba. "Me vi en la calle, sin más. Era empezar algo o irme fuera".
Click para ver más grande
Hoy este treintañero regenta con su socia Baby Eco, un negocio de artículos de segunda mano para bebé que va viento en popa. "En un mes suele venderse el 85% del producto", explica. Son juguetes, ropa, carritos y sillas para el coche cuyo beneficio reparte con el anteriorpropietario. La clave del negocio es comerciar con artículos para menores de cuatro años. Hasta esa edad es cuando más crecen y, por tanto, cuando más necesitan. Y lo que dejan pequeño suele estar en perfecto estado. "Son los niños mayores los que machacan más las cosas", resume Borja.
Los clientes vienen por el precio. "Ponemos los productos a la mitad de su valor original, incluyendo muchos quetienen la etiqueta porque nunca han sido usados". Un modelo de negocio que permite "recuperar parte de la inversión de tener un hijo" y empieza a calar en nuestra sociedad, "más reacia a la segunda mano que la anglosajona". Tanto que, en plena recesión, la compañía ya ha abierto una primera franquicia en la localidad madrileña de Parla y cuenta con un sólido plan de expansión, un catálogo y unatienda online.
Segunda mano para todos
Pero la segunda mano no es sólo para el cliente acuciado económicamente. Iris Campello y su socia se dedicaban al estilismo y el atrezzo en un gremio tan complicado como el del cine, y fue en él donde encontraron la inspiración. "En los rodajes de cine te piden siempre cosas muy específicas y en los de publicidad, muy neutras", explica Iris. Pensando entodo el producto de calidad que pasaba por sus manos sin poder utilizarse montaron en 2011 Hot Room, una tienda de ropa y muebles en el barcelonés barrio del Borne.
Pero sus productos son más que eso. "Compramos ropa de marca en existencias y le damos vida customizándola antes de ponerla a la venta", explica Iris. "También vendemos ropa de segunda mano como piezas vintage". Iris viaja dos o tresveces al año a Berlín y Londres para adquirir producto y después venderlo en su estudio-taller. "Con los muebles hacemos lo mismo. Los adquirimos en mercadillos y liquidaciones, los restauramos y los ponemos a la venta por un precio razonable". Su filosofía, explica, es resultar asequible pese al valor añadido que el trabajo de selección y recuperación confiere a sus piezas. Y partiendo de esacondición –"indispensable en tiempos de crisis"–, ofrecer siempre "piezas únicas y bonitas".
La clave de su negocio está en practicar una filosofía comercial abierta. "En el local también tomamos medidas para sastrería y aconsejamos sobre compras", ejemplifica. "Incluso tenemos una nevera, porque nos gusta tener visita y que la gente venga al local también a pasar un buen rato".
Adaptarse omorir
No es indispensable dar un cambio radical para sobrevivir a la crisis. “A veces se trata solo de un pequeño cambio de enfoque”. Así lo resume el colombiano Armando Hernández que en 2008, tras ocho años en España, se dedicaba a la enmarcación en su pequeño taller en el madrileño barrio de Prosperidad. “El negocio se fue a pique en unos meses", explica. “La gente simplemente dejó de...
Regístrate para leer el documento completo.