Negligencia
Negligencia es lo que percibo, lo que veo. Cada vez que camino por las calurosas calles de la ciudad de Cali no lo puedo evitar. Veo hombres acostados en las calles pidiendo dinero, concuatro niños y una esposa, con tornillos en las piernas, con una avanzada edad; con la desesperanza y la resignación escrita en sus ojos. Sufren de negligencia, mi país los ha condenado a eso.
Mástriste aún que el olvido en el que los ha dejado el estado, o más bien los representantes del estado (señores que escasamente habrán salido de su barrio estrato seis cuando quieren hacer campaña), es laindiferencia de la gente del común que los ve todos los días. Algunos les darán una que otra moneda, otros los ignorarán, a otros les dará miedo y ni pasarán a su lado. Pero no duele. Lo lamentabledel asunto es que ver gente sin techo es tan común que nos estamos volviendo un país indolente.
Tal y como lo dice Mercedes Sosa en su bella canción: “Sólo le pido a Dios, que la guerra no me seaindiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte, toda la pobre inocencia de la gente”. Sí, nuestra guerra no nos puede ser indiferente. Lo que vemos en las calles no son, en su gran mayoría, personas queestán ahí porque han escogido un mal camino. Lo que vemos es la cara más sucia que deja el sangriento rastro de la guerra. Lo que vemos son personas inocentes a las que un conflicto absurdo entrehermanos les está haciendo sufrir lo que no deberían.
Negligencia. El gobierno, responsable directo de los miles de desplazados que hay en Colombia no se toma este problema los suficientemente en serio.Lo que hace es invertir dinero para comprar más armas e instrumentos bélicos, sin darse cuenta que el odio no se combate con odio. Otros creen que las personas sin hogar están allí porque quieren, aotros no les importa. Estamos involucionando. Una de las cualidades más bellas que diferencia al ser humano de los animales es que es capaz de ponerse en los zapatos del otro y sentir su dolor; eso...
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