Nelson

PELADILLO, MAS QUE UNA SIMPLE VISITA

Partimos de la Asociación de conservación “Ahuashiyaco”, una de las 8 que se encuentran en el distrito de la Banda de Shilcayo, -por cierto bien denominado distrito Ecológico-. Les contaré porqué: Eran las 7 a.m., un día sombrío con amenaza de aguacero, felizmente para suerte nuestra, se dio más que unas cuantas gotas en el trayecto de la caminata,después de llegar a la biodiversidad en nuestras respectivas movilidades. Formábamos un grupo de 12 personas liderados por la Sra. Juez de Paz del respectivo distrito, también un integrante de la directiva de la asociación Ahuashiyaco, y nosotros. Partimos rumbo a una nueva experiencia en nuestras vidas, 15 minutos de camino dizque al ritmo de los anfitriones, que en este caso serían losintegrantes de la recién formada asociación de conservación “CERRO VERDE”. Para sorpresa nuestra, estaban realizando una jornada laboral en conjunto. Anteriormente se le denominaría “el choba choba”, la acción consistía en el techado del tambo, que posteriormente serviría para la primera parada, que a nuestro ritmo seria nada menos que 50 minutos aproximadamente. Volviendo al punto de partida haciaPeladillo, cerro de conservación de la Cordillera Escalera, caminando a paso lento por unos puentes de maderas rústicas pero seguras-, para poder acceder a dicho mundo realmente diferente a mi modo de apreciar. Encontramos diversidad de plantas y árboles inmensos, que cuando el viento soplaba, se escuchaban los ruidos extraños propio de las exageradas películas de terror, pequeñas quebradas conagua muy helada y, a mitad del camino ¡oh! Sorpresa, unas cuantas hectáreas de deforestación en forma de trocha de cerro a cerro, originada en principio para el interconectado o que será, pero lo cierto es que se deforestó buena cantidad de bosque virgen, -quién nos devuelve esa parte de vida arranchado a la naturaleza que visitábamos en aquel momento- , en fin seguimos caminando rumbo altambo, ya más arriba nos detuvimos por unos minutos, puesto que nuestra falta de costumbre, hacía temblar las piernas gordas y sedentarias de nosotros, los seres que nos descuidamos con tanta chatarra de la ciudad. Respiro profundo, cual entrenamiento de fútbol, que en alguna etapa de mi vida practiqué, con la diferencia que esto -en realidad- era más que una inyección de vida a mil por hora, - Québien me siento- dije-; ya la mancha de personas nos separábamos de a poco, encontrando en el camino, pequeños obstáculos como gradas hechas del terreno por donde transitábamos y otras ramas, cuyas raíces convertidos en adornos naturales, embellecían mi panorama y ni qué decir de la música celestial producido por el viento, cuando los árboles se movían al compás de aquella brisa, ¡sonido máshermoso! –dije- así sonará el mar al relacionar en las películas que se ve por televisión , -si es así, entonces aunque no conozca la Costa -dije pensando o hablando en voz baja conmigo mismo-. Llegamos últimos con mi esposa, después de un desvío a la biodiversidad donde se encuentra el descuidado oso de anteojos, el cóndor y otros animales. Ya en el tambo, con la recepción muy peculiar de losintegrantes conservacionistas del “CERRO VERDE”, nos dieron la bienvenida y luego, con un potaje regional, arto inguiri con maparate y chiclayo cocinado, ¡qué buena pangueada! -dice mi amigo Javier- presente en el lugar , la pangueada no nos es indiferente puesto que con nuestro grupo de amigos Percy , Alex , Jack, veloz, y demás ya lo gozamos en nuestras salidas de campaña que hacemos de cuandoen vez.
Después del desayuno y unas cuantas quejas de dolor y rengueadas por ahí, miramos al frente un pequeño camino a lo lejos mas allacito el cerrito peladillo quueeee! y cuanto tiempo es hasta allá, 20 minutitos no mas es doctorita decían a la Sra. Juez, pregunta Javier ya en serio a nuestro ritmo cuanto, unos 30 o 40 minutos contesta su tocayo miembro de “CERRO VERDE”. Bueno enrumbamos...