Neoclacisismo

Neoclasicismo

El término Neoclasicismo surgió en el siglo XVIII[->0] para denominar de forma peyorativa al movimiento estético[->1] que venía a reflejar en las artes[->2] los principios intelectuales de la Ilustración[->3], que desde mediados del siglo XVIII[->4] se venían produciendo en la filosofía[->5], y que consecuentemente se habían transmitido a todos los ámbitos de la cultura[->6]. Sinembargo después de la caída de Napoleón[->7] los artistas no tardaron en cambiar sus ideas hacia el Romanticismo[->8] y el Neoclasicismo fue abandonado.

Literatura
Véanse también: Literatura española de la Ilustración[->9] y Neoclasicismo hispanoamericano[->10]
La Ilustración[->11] fue un movimiento intelectual que provocó que el siglo XVIII fuera conocido como el «Siglo de las Luces[->12]».El culto a la razón promovido por los filósofos ilustrados conllevó un rechazo del dogma religioso, que fue considerado origen de la intolerancia, y una concepción de Dios que pasaba de regir el mundo mediante las leyes naturales a desaparecer en concepciones ateas[->13] del universo. Los ilustrados promovieron la investigación de la naturaleza, el desarrollo científico-técnico, laeducación[->14] y la difusión general de todo tipo de conocimientos; fueron los tiempos de L'Encyclopédie[->15]. El arte se hizo así más accesible y con menos pretensiones, y la literatura[->16] se dirigió a un público más amplio, planteándose como un instrumento social. El aumento del número de lectores, especialmente entre la burguesía[->17], plantea la figura del escritor como un profesional, y la escrituracomo su fuente principal o secundaria de sustento.[3]
Francia[->18] fue la primera en reaccionar contra las formas barrocas, y los tres grandes ilustrados, Voltaire[->19], Montesquieu[->20] y Rousseau[->21] se cuentan entre sus principales exponentes. También destacaron Pierre Bayle[->22], Denis Diderot[->23], George Louis Lecler[->24] y Chamblain de Marivaux[->25]. En Inglaterra[->26] tuvo unagran cantidad de adeptos la novela de aventuras[->27], destacando Daniel Defoe[->28], Jonathan Swift[->29], Samuel Richardson[->30] y Henry Fielding[->31], junto a los poetas John Dryden[->32] y Alexander Pope[->33].[4]
De la novela[->34] se pasó al ensayo[->35] como género[->36] divulgador de ideas por excelencia. La literatura neoclásica realizó una crítica de las costumbres, incidiendo en laimportancia de la educación, el papel de la mujer y los placeres de la vida.[5] Destacaron en España el fraile benedictino[->37] Benito Jerónimo Feijoo[->38], Gaspar Melchor de Jovellanos[->39] y José Cadalso[->40].
Cobró importancia la fábula[->41], relatos o poesías normalmente ejemplificadas con animales, donde se exponen enseñanzas morales. La fábula se caracterizaba por ser una composición decarácter didáctico, por la crítica de vicios y costumbres personales o de la sociedad, y por la recurrencia a la prosopopeya o personificación[->42]. Es el subgénero que más se adaptó a las preceptivas neoclásicas: una composición sencilla en la que la naturaleza interviene, y que enseña divirtiendo. Destacaron los fabulistas Félix María de Samaniego[->43] y Tomás de Iriarte[->44] en España, y elfrancés Jean de la Fontaine[->45].[6]
En España, hubo una continuidad barroca en la poesía, con autores como Diego de Torres y Villarroel[->46], que consideraba a Quevedo[->47] su maestro; Gabriel Álvarez de Toledo[->48] y Eugenio Gerardo Lobo[->49]. La segunda mitad del siglo XVII mostraba ya una poesía neoclásica, dominada por su admiración por la ciencia y los temas filosóficos, o centrada entemas anacreónticos[->50] y bucólicos[->51], y marcada en ocasiones por el fabulismo. Destacaron Nicolás Fernández de Moratín[->52], autor de Arte de las putas[->53], prohibida por la Inquisición, que pudo inspirar los Caprichos[->54] de Goya[->55]; Juan Meléndez Valdés[->56] y José Cadalso[->57], de la escuela salmantina; los fabulistas Iriarte y Samaniego en Madrid; en la escuela sevillana...