Nestor garcia canclini
Lecturas inesperadas
(en: Mapas nocturnos. Diálogos con la obra de Jesús Martín-Barbero, M. C. Laverde y R. Reguillo (eds.) 1998, pp 3-9.)
« … lo más difícil es encontrar quienes, en medio de estas dos fugas de las culturas nacionales (hacia la globalización y hacia las regiones), deseen imaginar cómo pueden rehacerse países que ya transitaron décadas por lamodernidad democrática y que hoy, como Argentina, México, Colombia y otros, dejan que crezcan y avancen las fuerzas que los desintegran. … [La obra de Martín-Barbero ha sido] decisiva en estos diez años para que dejáramos de aislar a los medios y concibiéramos la acción de éstos como parte de las mediaciones sociales. Sin embargo al acercamos al fin de esta década, en en que la globalización de laeconomía y de las comunicaciones se impone, nuevos mediadores sociales (organismos ecológicos, de derechos humanos, movimientos étnicos, populares urbanos) ensayan fórmulas inéditas para renovar el tejido social, pero no saben qué hacer con los medios, cómo pasar de las acciones microsociales a una reorganización de las políticas comunicacionales. ¿No es hora, entonces, de pasar de las mediaciones a losmedios? O sea: reformular nuestros planes de estudio y nuestros desempeños públicos para que lo que investigamos y enseñamos, además de renovar el curriculum educacional y formar ciudadanos interculturales y democráticos, logre que estos objetivos operen eficazmente en las industrias culturales.»
¿Cómo elige uno los libros para hacer la bibliografía de un curso? En parte, están los textosimprescindibles para que los alumnos conozcan el estado de los conocimientos en una disciplina. Luego, los trabajos que ponen en escena los debates vigentes, relatan investigaciones ejemplares y mues-tran cómo hacerlas. Cuando elaboro un programa me importa también agregar otro tipo de libros, que suelen ser significativos para cinco o seis estudiantes: son los que a mí me activaron las ganas de estudiary escribir. Los que me incitaron a pensar de otra manera y movilizaron mi deseo de hacer algo distinto con la página en blanco.
De los medios a las mediaciones
cumple todos estos requisi-tos para estar entre los libros más utilizados por quienes trabajamos sobre América Latina. Pero no voy a referirme a su valor como balance enciclopédico de los saberes sobre la comunicación, la antropología, lasociología y sus alrededo-res; ni a la difusión internacional que ofreció a estudios de caso hechos en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú, México y otros países. Prefiero ocuparme de este texto en tanto me impulsó a hacer mi propio trabajo, y también por las peculiares lecturas que ha suscitado.
Quiero contar aquí por primera vez que cuando leí De los medios a las mediaciones en la épocaen que estaba preparan-doCulturas híbridas, descubrí que parte de lo que me proponía hacer ya estaba realizado. Me alegró que una tarea intelectual que me parecía estratégica, pero sentía insegura porque desobedecía las rutinas disciplinarias, tam-bién hubiera sido valorada por un autor que ya apreciaba por su modo de colocarse con sutileza en las intersecciones entre lo acumulado en los saberesestablecidos y lo que falta explorar. Tiré unas cuantas páginas y guardé otras para usar como apuntes del diálogo que iba a desarrollar con la obra de Jesús Martín-Barbero.
¿Qué fue lo que leí en este libro que ya no necesitaba tra-bajar en el mío? La explicación de lo que las sociedades hacen con su pasado cuando surgen tecnologías de comuni-cación masiva, de qué modo entender este proceso comocontinuación de lo que la escuela y la Iglesia, la literatura popular y el melodrama realizaron para masificar la cultura antes de que irrumpieran los medios electrónicos. Hasta la obra de Martín-Barbero casi ningún especialista en comunicación de América Latina se daba cuenta de que para interpretar la radio y la televisión había que averiguar cómo se habían ocupado de la cultura popular la...
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