neuroeconomia

ECONOMÍA

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Universidad Austral de Chile
Horacio Sanhueza B.
Académico Instituto de Administración,
Facultad de Cs Económicas y
Administrativas

Universidad Austral de Chile
Franco Lotito C.
Académico Instituto de Administración,
Facultad de Cs Económicas y
AdministrativasUniversidad Austral de Chile
Vanessa Ortega T.
Académica Instituto de Administración,
Facultad de Cs Económicas y
Administrativas

120. especial mayo 2012

La teoría económica neoclásica fue consolidada en
el siglo XIX gracias a los aportes de Jevons, Marshall,
Menger, Pareto y Walras, entre otros. Uno de los
supuestos de esta teoría, es la concepción idealizada
de que el agenteeconómico actúa fría y racionalmente,
maximizando beneficios y minimizando costos. Sin
embargo, modernos hallazgos del área de la neurociencia
describen una racionalidad humana mucho más compleja
de la que se considera como base para modelizar la
toma de decisiones en economía. Emergentes campos
disciplinarios denominados Economía Conductual,
Finanzas Conductuales y Neuroeconomía, contradicenla noción que se tenía del hombre económico a través de
investigaciones que estudian lo que sucede al interior del
cerebro humano mientras éste toma decisiones.

• INTRODUCCIÓN.
De acuerdo con Chorvat y McCabe
(2005) la racionalidad es “un proceso
de toma de decisiones que resulta de
la selección del ‘mejor’ método para la
consecución de un objetivo”.
El modelo económico clásico, porsu parte, hace referencia a una serie de
supuestos que serían considerados por el
homo economicus al momento de tomar
decisiones. Algunos de tales aspectos
serían los siguientes:
• Claridad del problema: el que decide
tiene la información completa del problema o dilema que desea resolver.
• Preferencias claras: es posible clasificar los criterios y alternativas de acuerdo
a su prioridad yrelevancia.
• Preferencias constantes: la importancia que se asigna a los criterios
permanece estable en el tiempo.
• No hay restricción de costos o tiempo: la persona está en grado de acumular
toda la información requerida.
• Resultados máximos: el sujeto selec-

cionará aquella alternativa que arroje el
mayor valor percibido (Robbins, 2009).
Según Aguiar (2004), para proceder alanálisis de la decisión, es preciso identificar un conjunto de opciones posibles
desde la perspectiva de quien toma la
decisión, así como el conjunto de consecuencias de cada una de las opciones, las
que se pueden anticipar y ordenar según
las preferencias del individuo.
La pregunta es: ¿realmente respetamos y seguimos cada uno de estos
pasos cuando tomamos algún tipo de
decisión? La respuestaracional a esta
interrogante es un rotundo no.
Mintzberg y Westley (2008), en una de
sus recientes publicaciones, nos señalan,
con argumentos de claridad meridiana,
que el modelo racional “resulta insuficiente para un proceso de toma de
decisiones saludable”. Estos investigadores - como una forma de complementar
y refrendar lo anterior - consignan en
su artículo que la toma de decisionesapoyados por la “intuición y la experien-

cia puede ser tan eficaz como hacerlo a
partir del modelo lógico y racional”.
La confirmación de todo lo anterior
viene avalada por las investigaciones
que se están realizando en el área de la
neurociencia, un “campo relativamente
nuevo de la biopsicología que ha sido
abastecido de combustible por el desarrollo de métodos de obtener imágenes
de laactividad del cerebro humano in
vivo. Valiéndose de estos métodos de
neuroimagen funcional, los neurocientíficos cognitivos estudian las áreas del
cerebro humano que se activan mientras el sujeto se dedica a determinados
procesos cognitivos” (Pinel, 2008). Los resultados han demostrado que la supuesta
racionalidad se hace escurridiza, dejando
espacios para la entrada en escena de las...