neuroetica

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Ensayo de Neuroética y Neuropolítica.
Mora Pérez Inés

ALAN MENDOZA DOMÍNGUEZ
05/05/2014




A comienzos del siglo XX cobran fuerza la neuroética y la neuropolítica, empeñadas en descubrir bases cerebrales de la conducta humana en lo moral y en lo político.
Contando con la ventaja de conocer más y mejor el cerebro, se plantean de nuevo lasgrandes preguntas de la filosofía: ¿existen unos códigos morales inscritos en nuestros cerebros que nos permiten eliminar los códigos filosóficos y religiosos admitidos hasta ahora?, ¿apoyan los resultados de las neurociencias la construcción de sociedades democráticas abiertas, o más bien en la formación de sociedades cerradas, que sólo internamente viven de la ayuda mutua? ¿es posible descubrir losperfiles neurobiológicos de demócratas, republicanos, PSOE, PP, izquierdas, derechas, como promete el neuromarketing electoral?, ¿somos libres ó estamos determinados a actuar por nuestro cerebro, un cerebro que según un gran número de autores funcionaría de una forma tan mecánica similar a la de un reloj?, ¿es posible hablar con sentido de cosas tan importantes para el ser humano comoresponsabilidad y autonomía, bien y mal, o todo eso es más que una ilusión?.
Y, por último ¿qué se seguiría para la educación las respuestas que pudiéramos dar a estas preguntas? En esta obra Adela Cortina trata, pues, de resolver las cuestiones ya planteadas críticamente en un texto multidisciplinario. Intenta discernir hasta donde llegan las aportaciones positivas de la ciencia y donde comienzan suslímites.
Siguiendo esta tendencia, me gustaría incluir lo que se comentó en clase, sobre el papel de la ciencia y su sentido “universalista”, pues si bien gracias a las ciencias es como hemos podido alcanzar cierto nivel de bienestar, entre otras cosas, también no es posible que se universalice todo el conocimiento, pues no todos los seres humanos pensamos de la misma manera, la cultura e idiosincrasiamexicana es distinta a la alemana, o a cualquier otra, por lo tanto la ciencia se debe acoplar a las distintas culturas que convergen en el mundo.
De esta manera trato de yo dar mi punto de vista, sobre los límites y la forma que deben adoptar las ciencias, para beneficio de todo ser humano, sin generar más exclusiones. La ciencia se debe adaptar al ser humano, no el ser humano a la ciencia.
Sien el siglo XX cobró auge la genética, al inicio del siglo XXI destacan las neurociencias, envanecidas con su propio saber, suelen declarar obsoletos saberes avalados ya por presupuestos ontológicos tradicionales o por la simple razón.
Hasta hace poco tiempo, más bien se hablaba de una ética de la neurociencia que respondía a la pregunta ¿Cuáles son los límites en los que ha de desarrollarse lainvestigación científica en el cerebro? Pero ahora también se habla de una neurociencia de la ética que investiga como realiza nuestro órgano rector las operaciones morales, lo cual abre horizontes muy inquietantes e introduce una nueva pregunta muy fundamental ¿Hasta dónde podemos manipularlo para modificar o modular la conducta?
En cualquier caso, los políticos han mostrado un gran interés porestas investigaciones en busca de claves para asegurarse el voto de los ciudadanos. La neuroética y la neuropolítica, ¿Qué son?, ¿Qué problemas suscitan? y ¿cómo afectaran sus descubrimientos a la moralidad de la humanidad futura? Todo esto lo explica la autora con un rigor expositivo.
Existe una tendencia reciente en el ámbito de la aplicación filosófica a hacerse cargo de aquellos problemas ocuestiones que tienen que ver con disciplinas como la medicina, las ciencias jurídicas, económicas, políticas, etc. Y a su vez se han tratado hasta hace pocos años al margen de cualquier tipo de cooperación que no supusiera un tipo de declive de la predominancia de sus profesionales a la hora de dar soluciones a los mismos. Es decir, se proponía que la filosofía no superara a estas ciencias,...