Newton navegante solitario
Lo primero quecruza mi mente: la verdad es que hay muchas cosas que yo no entiendo. Es fácil decir que Albert nació en Alemania en 1879, que de Múnich se fue a Milán y luego a Italia, que en 1901 se casó con una matemática, y anduvo de ciudad en ciudad, de país en país, hasta cambiar su ciudadanía para establecerse finalmente en Estados Unidos. Podría poner aquí las fechas, los nombres, los lugares… pero noserviría de mucho. Quiero decir, claro que la vida de un hombre que es un ícono no sólo de la ciencia sino también del siglo XX, es importante: su trajinar nos permite tener cierta noción, bastante aventurada, de lo que componía su identidad, su personalidad, sin embargo, lo esencial se pierde un poco.
Nicanor Parra decía que no ser un idealista a los veinte es no tener corazón, pero serlo a loscuarenta es no tener cabeza. Ignoro si el poeta hubiese sido capaz de pronunciar aquello frente a Einstein, a mí se me caería la cara de vergüenza. Porque Einstein era pura piel, todos hemos tropezado con sus célebres frases: las dos alternativas de ver la vida, que todo es un milagro o que nada lo es, que dios no juega a los dados, etcétera.
Era alguien lleno de esperanza, de vida, de ganas, conuna capacidad de sorpresa inmensa. Supongo que eso pasa cuando los Nazis te pisan los talones: valoras tu vida y las de los demás, desmesuradamente.
Es bien sabido que la obra más famosa y polémica de este científico es La teoría de la relatividad que, actual y constantemente, es discutida por los físicos y los que se creen físicos.
Einstein llegó a Princeton huyendo, la Segunda Guerra Mundialestaba en su apogeo y él era, además de científico, judío y pacifista. Unos años después de finalizada la Guerra, y esto le valió su paso a la fama, Albert fue partícipe como investigador en los descubrimientos que hicieron posible el desarrollo de la bomba atómica. Si la vida no fuera irónica: un pacifista ayuda a la creación de un arma mortal que, de hecho, fue usada.
La verdad es que hay muchascosas que yo no entiendo. Einstein era un científico, sí, pero no se limitaba a ello; es decir, era, antes que nada, una persona de opinión. Hubo una carta donde le pedía a Roosevelt, el presidente de los Estados Unidos en aquel tiempo, que cesara las investigaciones con respecto a la radioactividad, que iban enfocadas a la bomba atómica. Cesar, es una palabra que retumba; cesar la investigación,una frase que para un estudioso no debiera existir porque, si nuestro personaje sostenía que el conocimiento debía verse y abrazarse como un regalo, ¿por qué detenerlo? o, más bien, ¿por qué ser precisamente él quien tratara de pararlo? Einstein era un ser humano contradictorio, como todos los interesantes. Un amigo dice que las contradicciones son completamente lógicas, creo que en este caso ledaría la razón.
Albert creía en la ciencia, pero sin el sacrificio de vidas que acarreaban las guerras (curiosamente, hemos visto a través de los siglos que, los tiempos de Guerra son los más fructíferos para esta disciplina), una más humana, consciente a nivel social.
En el 2006 Jen Hofer, intérprete y poeta estadounidense, impartió una conferencia en Tijuana, donde dio una respuesta que me...
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