niña con suerte
- Papá ¿porqué todos los cuentos enpiezan por "había una vez"? ¿Es que ahora no hay cuentos?
- Claro! - dijo su padre sentado en lasillita de su hija mientras ella le observaba desde la cama - pero los cuentos son fugaces como la varita de un mago, que se convierte con una llamarada en un ramo de flores. Son unbrillo de imaginación en la mente de un niño que se esfuma en el tiempo que tarda en parpadear. Y al abrir los ojos ha dejado de ser cuento para convertirse en realidad.
Zaidaparpadeó y al abrir los ojos otro cuento había nacido.La niña se despertó a media noche y comenzó a llorar, exigiendo a voz en grito “que le contaran un cuento”. La madre, rendida porel cansancio de la fatigosa jornada, se resistía y pidió con mal talante a su marido que interviniera. El marido, mascullando palabrotas, se levantó y se dirigió a la habitación dela niña. Ella quería escuchar, una vez más, el cuento de “Caperucita”. El padre, rabioso y enfurecido, contó con gran fuerza descriptiva la popular narración. Introdujo algunasvariantes (quizá producto de su mal humor), incidiendo con todo género de detalles en la muerte de Caperucita, devorada no por uno, sino por muchos lobos. Crujieron los huesecillos deCaperucita, se quedó sin ojos, sin dientes, sin nariz, la sangre manchaba el césped… Cuando la niña se hubo dormido, el padre se retiró calladamente. A la mañana siguiente, lamadre, observando a la niña, que dormía con el cuerpecito rígido, las manos crispadas y los ojos abiertos, redondos como platos, preguntó al marido: “¿Qué le contaste a la niña?”.
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