Niño que come comida extravagante
Remy dice que siemprele ha gustado la comida que a los otros niños no. "Desde chiquito, comía brócoli, espinaca y cosas así, y a los ocho años comencé a buscar comida extraña en los mercados, especialmente los asiáticos".El durian, una fruta de esa zona del mundo, conocida por su desagradable olor, fue una de las primeras cosas raras que probó, pero la primera vez que lo grabaron fue cuando se comió un 'Huevo delos 1.000 años', un huevo de pato o de gallina que es preservado de manera especial por meses hasta que se torna entre negro y verde oscuro.
Otro huevo, el balut, que trae el embrión de pato ya endesarrollo, es una de las comidas que más lo han sorprendido. "Tenía un sabor parecido al del hígado. El caimán fue mucho mejor de lo que me esperaba y también quedé encantado con el sabor de lostestículos de toro".
Pero también hay cosas que no volvería a probar por horribles. "Lo primero que se me ocurre es el escorpión. También fue difícil comer hakarl, carne de tiburón que dejan por un añoal aire libre mientras se pudre. Huele inmundo. La abrí en la casa y quedó oliendo por horas".
Según su padre, Douglas Mumby, el pequeño nunca se ha enfermado por lo que come, pero cuando probó porprimera vez las anchoas secas, sí vomitó.
Los límites de su apetito empiezan con los perros y gatos. "No sería capaz de comerme una mascota. Tampoco comería carne de humano, eso jamás", dice Remy.Su padre asegura que él es como cualquier niño de su edad: juega fútbol americano, nada y disfruta de los videojuegos con sus amigos, pero es aventurero y curioso. "A los dos años saltaba de camaen cama intentando volar".
Él es quien maneja el blog 'Food Oddities', que recibe unas 14.000 visitas mensuales y tiene un poco más de dos años. Ya van en la séptima temporada y tienen 65 videos...
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