niño
“La cotorrita desobediente”
El sol aparecía en el cielo como un gran aro calentándolotodo, daba los buenos días a los animales y a las plantas que vivían contentos y felices allá lejos, donde están la laguna y el pantano.
-“Buenos días, querido sol!”-, contestaban a coro todos los animales al ver el sol cruzar el firmamento: la tortolita con un viraje de sus ojos, la mariposa abriendo y cerrando sus alas, el pato entrando una y otra vez en el agua, el conejito escondiéndose temerosotras los espesos árboles.
Todos ellos iban y venían en su diario quehacer, menos la cotorrita Tita, que no le hacía caso a nadie, ni a su mamá cotorra, ella quería solo hacer lo que le venía en gana.
Un día en que el cielo estaba encapotado con grandes nubarrones, y a punto de caer una torrencial lluvia, Tita muy adornada con sus plumas rojas y verdes, un gran collar en su cuello y en una desus alas un brillante bolso, se disponía a salir.
Al verla así su mamá le preguntó: -“¿A dónde vas Tita? No puedes salir sin pedirme permiso, yo siempre tengo que saber dónde estas, porque eres pequeña aún y corres peligro en el monte. Además, mira al cielo, va a caer un gran aguacero y si te mojas te vas a resfriar”-.
-“Yo no me voy a enfermar, mamá porque yo soy una cotorrita muy fuerte ysaludable. Además son ideas tuyas, no va a caer una sola gota de lluvia, verás como el viento se la lleva.”-
Al cabo de un rato, Tita, en el menor descuido de su madre, partió sin hacerle caso.
Cada vez que Tita salía a pasear tan bonita, todos los animales decían “¡Qué cotorrita más linda y graciosa!” y Tita siempre respondía entornando sus ojos y virando su cola verde oscura y verde clara con unacento de gracia.
Y tanto le gustaban esos halagos que no dejaba de hacer estos paseos todos los días, quisiera o no su mamá.
Aquel día se le acercó la mariposa. Batiendo sus alas, le dijo:
-“El día está nublado y lloverá seguramente, yo te aconsejo que no salgas.”-
Tita le contestó: - “eso mismo dice mi mamá, pero yo no lo creo”- y echó a andar.
No había caminado mucho y al pasar por la lagunael pato sacó la cabeza y le dijo: -“Cuac, cuac, Señorita cotorra. Si llueve y crece la laguna no podrás cruzar cuando regreses de tu paseo.”-
-”Pero qué pato más atrevido”- contestó malhumorada Tita, -“Mira que decirme a mi que no podré cruzar. ¿Quién le habrá dado autorización para decirme esto?-
El pato contestó: -“Pues vete. Allá tú si no quieres hacerme caso.”-
Pero Tita, sin contestarnada, giró su cabeza y siguió caminando.
Luego, detrás de un árbol salió el conejito que, asustado, le dijo:- “¿Cómo te atreves a salir con un día así? ¿No ves que va a caer una gran tormenta y no vas a poder regresar a tu casa?”-
Tita contestó:- “¡No quiero mas recomendaciones! ¡Yo hago lo que quiero y no tengo que hacerle caso a nadie, ni a mi madre!”-
Y efectivamente, Tita se fue meneando más lacola, parando la cabeza como el bambú que crecía en las aguas de la laguna.
Pero, tal y como le habían anunciado los compañeros y su mamá, empezó la tormenta, y la lluvia arremetía tanto que Tita se asustó, y con voz lastimera decía: -“¡Ay de mí! ¡Ay de mi collar y de mi brillante bolso!” ¡Ay de mis plumas!”-
Y la desobediente cotorrita, mientras más llovía más asustada se ponía, y con todassus plumas mojadas estaba hecha una calamidad.
Mientras tanto, su madre desesperada, buscaba a Tita. Los animales le informaron que ella había salido y esto aumentó más su preocupación.
La laguna crecía y las aguas desbordadas obligaron a los animales a subir a lugares altos.
La corriente era cada vez mayor, todo se había inundado, Tita divisó un madero que flotaba en el agua y se subió a él...
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