Ni O Mutilado Chihuha
El estado norteño, una de cuyas grandes urbes, Ciudad Juárez, fue durante años la mayor tumba del planeta, registra después deGuerrero la tasa de homicidios de menores más alta de México: 38 por cada 100.000 habitantes. Casi 50 veces más que la española para todas las edades. En este aberrante contexto, la muerte del pequeñoChristopher, conocido como El Negrito, podría haber pasado inadvertida, pero el pretendido juego que le acompañó puso el dedo en la llaga: niños emulando secuestradores y, a juzgar por lasdeclaraciones de la policía, yendo mucho más lejos que ellos. "Es un problema de descomposición social, no es un tema policial, sino de pérdida de valores", explicó el demudado fiscal del caso.
Es un problemade descomposición social, no es un tema policial, sino de pérdida de valores
ADVERTISEMENT
El fiscal del caso
La reconstrucción de la procuraduría revela que, antes de llevarse a Christopher, losmenores habían capturado y matado con saña a un perro callejero. Luego, comandados por un chico de 15 años, partieron en busca de otra presa. Eran las diez de la mañana y el pequeño, como tantas otrasveces, jugaba en la calle. Fue entonces cuando se topó con la pandilla. Le pidieron que les acompañase a juntar leña. El niño les siguió. No eran desconocidos, sino sus primos, sus vecinos en ese...
Regístrate para leer el documento completo.