Nicolas Guillen

Lo lírico en la poesía de Nicolás Guillén


Mi patria es dulce por fuera,
y muy amarga por dentro;
mi patria es dulce por fuera,
con su verde primavera,
consu verde primavera,
y un sol de hiel en el centro.

Nicolás Guillén, El son entero[1].


Dentro de la obra poética de Nicolás Guillén, que abarca diversas modalidades expresivas y diferentes objetivos ideotemáticos, es mi interés comentar la presencia de lo lírico como calidad de un sentimiento, es decir, como la preeminencia de una determinadasentimentalidad pero encauzada a través de una forma de expresión que la singulariza, esto es, que la hace inolvidable, al comunicar al lector su extrañeza. La capacidad de conmover al receptor será, pues, decisiva, o la capacidad, en suma, de hacerlo participar de un sentimiento hasta cierto punto desconocido, aunque lo haga, en una primera instancia, a través de un referente conocido. Laposibilidad de partir de una suerte de reconocimiento en el lector, posibilita, en una segunda y última instancia, su acceso a una calidad diferente, mediante la cual ese lector es elevado a otro plano mayor de resonancia, al territorio ideal de lo lírico, donde lo que importa entonces, más que el tema mismo del poema, más que su reconocimiento inicial, es la extrañeza misma: la vivencia de esaextrañeza, que suele regresar hacia el motivo inicial alumbrándolo de una manera más profunda. Ella abre un mundo inédito en el receptor, un mundo, a la vez, conocido y desconocido. Esa singularidad y esa extrañeza son de tal naturaleza, que el lector, para poder trasmitir a su vez el sentimiento que le fue participado tendrá que regresar al poema, esto es, no podrá comunicarlo a través de otro discurso queno sea exactamente el de su fuente original, el poema lírico. Esa cualidad singular y hasta cierto punto autosuficiente de la percepción de lo lírico, es lo que quiero explorar en el universo poético de Nicolás Guillén.

Claro que el concepto de poesía lírica es más amplio que al que aquí me ceñiré, por lo que no hay que confundirlos. Luis Alvarez ha estudiado con mucha objetividad, en su libroNicolás Guillén. Identidad, diálogo, verso[2](1997), la apertura dialógica que comporta una zona de la poesía guilleniana, la cual enriquece la clásica o preeminente naturaleza monológica del discurso lírico tradicional. Dicha extensión dialógica caracterizó, sin duda, al universo ideoestético que estrena un poemario como Motivos de son. Asimismo, otra zona primordial de su poesía, la que atraesu calificación como poesía social, ilustra otra forma de expresión que, aunque en algunos ejemplos concretos puede participar de la noción de lo lírico antes descrita, se desenvuelve por lo general a través de un discurso dialógico o de un discurso monológico donde suele prevalecer un contenido general por sobre cualquier sentimiento particular, pues lo que más le importa al poeta en este caso esla transmisión de determinadas ideas o valores, con independencia de que sean expresados desde la identidad del sujeto lírico con la voz del poeta. Es el caso, este último, de algunas de sus elegías. Estas zonas de su poesía, salvo alguna que otra excepción, no serán, pues, objetivo de este comentario.

Ahora bien, antes de acceder al tema que nos ocupa, es necesario hacer algunas precisiones.En primer lugar, es importante detenerse en la formación poética de Guillén, en las fuentes nutricias de la primera etapa de su poesía, cuya repercusión en su obra posterior a menudo ha sido soslayada por la crítica. Es cierto que esta poesía –Cerebro y corazón (1922) y Otros poemas (1920-1923)[3]- transita por una expresión lírica entre romántica y modernista, sin aportar, por supuesto, nada...