Niebla Escena Xxxi
1) Este fragmento pertenece a la obra “Niebla”, escrita por Miguel de Unamuno, autor perteneciente a la Generación del 98. En esta novela, el autor desarrolla sus inquisiciones existenciales por medio de un personaje, Augusto Pérez, que busca dar sentido a su vida, a la par que inventa un nuevo género literario, la “nivola”, el cual se aleja de lasnormas tradicionales de la prosa española. Este pasaje se ubica en el capítulo XXXI de “Niebla”, señalado como punto álgido de la obra: el protagonista, hundido tras su desengaño amoroso, decide ir a visitar a su creador, que no es otro que Unamuno, para comunicarle su idea de suicidarse. En este fragmento, el autor quiere resaltar la impotencia del ser humano para decidir su destino, puesto queúnicamente es un ente de ficción, carente de libertad.
2) El pasaje comienza con una narración en tercera persona, en la que Unamuno, narrador omnisiciente, relata los planes de Augusto, al cual compara con “un náufrago que se agarra a una débil tabla”, es decir, una persona desesperada, que ve en el suicidio la única solución a sus dudas existenciales. El personaje es objeto de burla del autordesde el primer momento, a la par que se recrean en él las preocupaciones de Unamuno.
Seguidamente, tiene lugar una confusión entre literatura y vida (metaliteratura), pues Unamuno cuenta la idea del suicidio del protagonista había brotado durante la lectura de un ensayo suyo. En este momento, el protagonista llega a Salamanca, donde vive el autor, puesto que era rector de la Universidad dedicha ciudad castellana. Unamuno pasa a ser personaje en lugar de escritor, bajando así al anillo concéntrico de su propio personaje. Esta interrelación de planos es muy común en la obra, puesto que, además de señalar el papel del ser humano como ente de ficción, corresponde a una innovación nivolesca, que tiene como fin confundir al lector.
Cabe destacar que, en el diálogo que van a mantener acontinuación creador y personaje, Unamuno se ensalza a sí mismo, asumiendo él el papel de Dios todopoderoso, dueño del destino del ente de ficción, en este caso Augusto, un desdoblamiento característico de la Generación del 98. En su personaje se ven reflejados, por tanto, los miedos y temores del autor. Antes de utilizar el discurso directo, Unamuno infunde el pánico en la figura de Augusto,al demostrar que conoce su idea del suicidio. Es clave la importancia del diálogo descriptivo en este momento: mediante ridiculizaciones como “ojos de verdadero terror”, “como quien mira a un ser increíble” o “se le alteraba el color del semblante”, Unamuno refleja la impotencia del ser humano al conocer que su destino está predeterminado.
A continuación, el autor hace uso del diálogo directo:Augusto sigue mostrando su fascinación por medio de repeticiones (“Parece mentira”), que dan verosimilitud a la conversación. Unamuno revela a su personaje que es un producto de su imaginación y que, por tanto, no existe como ser humano. El propio autor recalca su papel “autoritario” en el diálogo (“¡No te muevas!-le ordené), mientras el pánico de Augusto va en aumento “azogado, mirándome como unposeído…”. Se crea un distanciamiento entre el personaje y el autor, un paralelismo de la relación entre Unamuno y Dios, a quien no logra comprender, aunque paradójicamente le necesite
Seguidamente, se aprecian algunas redundancias en la conversación, puesto que, lógicamente, Augusto tarda un tiempo en asumir su papel de ente de ficción. En este diálogo se ve presente el flujo de concienciapor el que está compuestas las intervenciones, puesto que los personajes dicen lo que les vuela por la mente (“¿Cómo que no estoy vivo? ¿Es que estoy muerto”?) y sus acciones se tornan ilógicas, pues están siendo guiados por un subconsciente confuso (“empezó a palparse a sí mismo, sin darse cuenta de lo que hacía”).
Poco a poco, la figura de Augusto va perdiendo la batalla ante su Dios,...
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