Nietzsche: ensayo de contraidealismo
El lugar de Nietzsche en el pensamiento es tal que se rehusó de manera radical a ser un constructor de trasmundos, y a dar cuenta de nuestra imposibilidad para justificar la existencia y afirmarla como tal. Se dio cuenta de que somos capaces de todo por no ver este como tal lleno de vida, muerte, cambio y devenir, porque la metafísica esese esfuerzo de no ver la vida tal y como es. En los fragmentos póstumos Nietzsche lanza esta tentativa: “Pensemos este pensamiento en su forma más terrible, la existencia, tal como es, sin sentido y sin meta, pero retornando inevitablemente: ”.[1] “Tal y como es” es un fórmula locucionaria que al aparecer en quien verdaderamente la pronuncia, se vuelve símbolo de un desprendimiento de lasubjetividad incondicionada, hasta entonces condición de posibilidad de la vida y del ser. Nietzsche pensaba que el mismo Spinoza intentó pensar la existencia tal y como es, y para ello, la pensó sin bien y sin mal, pues Spinoza conservó a Dios a condición de conservar un mundo antes de la razón. Dice Nietzsche Spinoza es el intento “de darse por satisfecho con el mundo tal cual es”.[2]
“Tal ycomo es” verdaderamente pronunciado y dicho es signo de un desprendimiento de la actividad judicativa. Pues bien, una de las frases rectoras del último Nietzsche, es: la realidad tal como ella es.[3]
Para el Nietzsche de los años 87-88 tanto en fragmentos póstumos como en obras publicadas, de la perpetua huida del como tal de la vida y de la muerte emergen toda clase de patologías a las que larazón conduce, cuya estructura fundamental es: “el deseo-de-ser-de-otro-modo y de estar-en-otro-lugar”,[4] esto es, no estar en cualquier lugar donde uno se encuentre, desubicar-poner fuera de sí y más allá de sí, huir de la realidad y volvernos seres incapaces para concebir la realidad tal y como ella es. Desrealizar es nuestra tarea y no ser la realidad misma, volverse reales. Más bien, el hombreoccidental es el objetor de la realidad, es el experto en crear los argumentos en contra de lo que es y crear los objetos fruto y causa de sus objeciones, siendo el concepto Dios la gran objeción contra la existencia. La razón y su eterna actitud de defensa hacen que precisamente dominen los pros y los contras, el mejor esto que aquello, y no el fin superior del momento.[5] Para Nietzsche todo loque nos aleja del momento es debilitante. La razón no deja sin más acercarnos a las cosas y ser uno con ellas, transformándose esta reserva en fuente permanente de descontento e insatisfacción. La razón y sus conceptos tienen el poder de extraernos del ahora y del aquí de nuestra vida, de nuestra raíz propiamente dicha, debilitándonos. Pensémoslo: sentido, meta, finalidad, intención, objetivo,...
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