Nietzsche

F. Nietzsche (1844-1900)

Una sociedad decadente

En contra de lo que se dice a veces, la obsesión de Nietzsche es criticar nuestro presente: criticar la Modernidad antes que a la Europa tradicional, cristiana y reaccionaria. En paralelo muy diferenciado de Marx y otros pensadores, se trata en Nietzsche de criticar la forma actual del poder, la Europa industrial, pujante, imperial y democrática:"Yo sólo ataco cosas que triunfan -en ocasiones espero hasta que lo consigue" (Ecce homo). Nietzsche entiende que la nuestra es una sociedad agotada, decadente, vieja, a la que le falta fuerza para soportar la individualidad de la vida, su corriente impetuosa y constante. De ahí que, frente a la individualidad de la naturaleza, la sociedad occidental se refugie en valores generales, universales.Como los estoicos, el autor de El origen de la tragedia (1872) entiende el hombre dentro de la naturaleza, una naturaleza profundamente espiritualizada (no naturalista). Igual que un roble o un tigre que se hacen viejos, también esta sociedad es senil, decadente, por eso se refugia en esquemas abstractos e ideales generales. Muy conocedor de los griegos, Nietzsche se irrita con la soberbia de estasociedad anémica y su pasión enfermiza por la igualdad. El filósofo dice que esta sociedad está llena de miedo y ya no tiene energía para vivir la irregularidad de la vida, la riada de sus accidentes, el cambio imparable y la muerte de todo lo que está vivo.

El platonismo

Nietzsche es un pensador de altura que utiliza conceptos afilados, un lenguaje muy preciso y una de las mejores literaturasdel siglo XIX. No está en contra de utilizar conceptos, que son importantes como instrumentos. Lo que le indigna es que divinicemos los conceptos, que los sacralicemos y los convirtamos en barreras que nos separan del suelo, de la corriente real de las cosas. Cuando los fijamos y cristalizamos, los conceptos (la "hoja" en lugar de esta hoja) nos tapan la vida individual de las cosas. Nietzschecree que si nos abramos al concepto, de manera moral o religiosa, como si fuera un absoluto, no podemos vivir cómo se metamorfosean los individuos, cómo cambian y evolucionan. Ésta es la idea: el concepto "hoja" iguala a todas las hojas, está siempre ahí, fijo e inmutable. Adorado como un nuevo ídolo, ese concepto nos impide vivir lo desigual de cada hoja. Es esto lo que nos da seguridad, que elconcepto siempre esté ahí, idéntico, igual a sí mismo, estable. Pero el concepto ("Hombre") que nos tapa al individuo (Sócrates) no deja de ser una abstracción irreal, una telaraña mental que nos impide vivir un mundo sensible siempre distinto, que cambia sin cesar.

Probablemente Nietzsche seguiría viendo lo que llama platonismo en nuestras costumbres actuales: el interés por la cobertura informativay técnica, la preferencia por los datos generales (supuestamente "universales") en lugar de vivir lo peculiar de las situaciones... Cuando nos refugiamos en las definiciones generales para escapar de lo individual, que nos supera, es cuando caemos en el platonismo: que no es tanto lo que ha dicho Platón, como la forma en que Occidente le ha leído y entendido. Lo real no es "el perro", sino esteperro, que nos puede morder. El motor del platonismo, como divinización de los conceptos, es entonces la aversión, la repugnancia y el miedo del hombre a la finitud, al cambio constante de las cosas mortales. El fondo del platonismo es la venganza, el resentimiento contra una vida con la que no podemos. Nos refugiamos en lo general para escapar de lo individual. Es de suponer que Nietzsche veríamuchos ejemplos en el mundo actual: la regularidad de la autopista frente al relieve abrupto del terreno, la información sobre Marruecos que nos ahorra entrar en ese país distinto… Por todas partes buscamos la seguridad de lo homogéneo, de lo igual: pero un ser vivo ni siquiera es "igual" a sí mismo. Incluso un cadáver cambia constantemente... por eso nos encantan las momias.

Heredero del...