Nif a-2

EL VIRGEN Y LA CHICA REPARADORA
De pronto toda la escena cambió en esa habitación del exorcismo, como una experiencia de teatro misteriosa y especializada donde, en pocos segundos, los actores principales cambiaron de vestuario y de roles, y el escenario es cambiado en ruedas invisibles, lo de atrás hacia adelante, al revés, de adentro hacia afuera, produciendo un caleidoscopio de cambios quehace a todos parpadear incrédulos. En cierto momento, el Padre Gerald, el exorcista, se inclinó sobre el poseído, Richard/Rita*, quien había hundido sus dientes en su propio empeine. En el instante siguiente, la capa en los ojos de Richard/Rita se rompió, derritiéndose en un espeluznante brillo de burla. Verdoso. Los dientes disminuyeron la presión sobre el empeine. La boca se abrió, descubriendoencías y garganta, la lengua de fuera, estremeciéndose en un chorro de burbujeante espuma gris. Toda la cara estaba surcada con líneas irregulares, cuando Richard/Rita estalló en carcajadas. Grandes embates de burla, escarnio y de risas alegrándose del mal ajeno. Risas brotando desde un vientre de divertido desprecio y odio desdeñoso.
En una fracción de segundo, Gerald comprendió. La ChicaReparadora, invisible a sus ojos, estaba sobre él, dos garras agarrándolo por su cintura. Sus ayudantes oyeron la risa estridente. Se taparon los oídos, pero no pudieron saber la agonía de Gerald. Todo lo que vieron fue a Gerald.
*Richard O. es un transexual. Al hablar de su vida antes de su operación, me refiero a él como Richard O. o simplemente como Richard. Después, hasta que su exorcismo secompletó, me referiré a él como Richard/Rita. En la conversación, el Padre Gerald con frecuencia se refiere a él como R/R. Con el permiso de Richard O., a lo largo de esta narrativa me referiré a él con pronombre masculino –a él, de él, él. Hoy en día, él mismo se llama simplemente Richard O.
En fracción de segundos Gerald entendió. La Chica-Arregladora, invisible a sus ojos, estaba sobre él, dosgarras agarrándolo por su cintura. Sus asistentes oyeron la risa estridente. Siguieron oyendo, pero no pudieron saber la agonía de Gerald. Todo lo que vieron eran los repentinos espasmos violentos de Gerald, hacia atrás y hacia adelante “como si su cintura estuviera atrapada en un torno”; luego el chirrido al rasgarse su sotana y sus ropas, dejándolo desnudo desde pecho hasta los tobillos. Después deeso, todos los detalles se les escaparon en medio de las violentas sacudidas y contorsiones de su cuerpo.
Gerald sintió que una garra estaba totalmente hundida en su recto. Otra garra sostenía sus genitales, estirando su escroto lejos de su pene, tirando de él brutalmente. Ambas garras eran rígidas, filosas como el dentado borde de una lata, hincándose cada vez más hondo, empalándolo. Giróalejándose del sofá donde Richard/Rita yacía riendo, riendo sin parar, pateando al aire y aporreando al sofá con los puños cerrados en ensordecedoras explosiones de regocijo.
Gerald se tambaleó zigzagueando a través del cuarto, doblado como una navaja de muelle, y gritos involuntarios brotaron de su garganta. Una garra se mecía hacia atrás y adelante en su interior. Fragmentos de agonía se clavaron ypenetraron a través de sus nalgas, vientre e ingle, cuando la carne y las venas, la membrana mucosa y la piel se rompieron y desgarraron irregularmente.
Un olor fétido subió a su nariz y desde atrás de su cabeza. La voz de la Chica Reparadora golpeó sus tímpanos sin piedad: “Eres mi puerca. Estoy en ti. Tu jabalí. Mi hocico te está dando la mejor mamada en el reino. ¡Suéltate, puerca! ¡Abre laspiernas, puerca! Tu jabalí está montando tu carne, abriendo tus intactos pelitos. Mi verga está tomando tu virginidad. No eres una chica ¡pero aún soy el reparador de cada estuche!” Gerald se tambaleó en espasmos, tropezando, doblándose, volando en el aire impotente, dejando un delgado rastro de semen, sangre, excremento y gritos, hasta que chocó fuertemente contra la pared y cayó al suelo...