Ningen


Carolina Elizabeth Medina



Ningen, Misterio en la Antártida







Editorial Medina



Ningen, Misterio en la Antártida
Capítulo  I

- El concepto de la Antártida se remonta a los griegos, que suponían la existencia de una tierra austral en contraposición a las tierras del norte o Ártikos y, por esta razón, le dieron el nombre de Antártikos. -releíauna y otra vez, tratando de comprender ese pequeño texto. Mañana debía rendir un examen de Geografía. Esa materia no estaba en mi lista de materias preferidas, pero yo no elegía las materias, así que solo me digno a estudiarla. - El 1º de noviembre de 1959, en el marco del Año Geofísico Internacional, trece países que reclamaban su soberanía sobre el territorio firmaron el Tratado Antártico. Eneste trascendental acuerdo, que recién entró en vigor en 1961, Argentina, Australia, Chile, Francia, el Reino Unido, Nueva Zelanda, Noruega, Bélgica, Japón, la ex Unión del África del Sur, la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los Estados Unidos paralizaron todas las demandas territoriales. Asimismo, acordaron reservar el continente para fines pacíficos, promoviendo investigacionescientíficas en conjunto y prohibiendo las actividades militares armadas, los ensayos nucleares y las explotaciones comerciales de los recursos. En plena vigencia, el Tratado Antártico rige en toda la región situada al sur de los 60º latitud Sur, incluidas las barreras de hielo. Se estableció un principio de acuerdo entre las distintas naciones para proteger y preservar este lugar del planeta quetodavía domina la naturaleza.
- La Antártida. -Musite para mí mismo. Marcos, mi papá, se encuentra allí, hace más de cinco años. Él es un general de la Base Marambio. Estaba retirado pero lo volvieron a llamar por unos conflictos que ocurrían en la base. Desde que él se fue, sólo nos venía a visitar una vez al año. Cada Abril venía sin falta, y se quedaba un mes. -
Volviendo a la Antártida, seguípracticando aquel texto hasta que logre comprenderlo y recordarlo. Mire la hora y eran pasadas las dos y media y mañana me tendría que levantar a las siete. para asistir al colegio, así que decidí ya irme a dormir, ya que no quería saber las consecuencias, o en otras palabras, las llamadas de atención de mi mamá Ángela.
- ¡Vamos Mateo! Apúrate que ahí vienen. -Escuche mientras trataba de deducirel rostro de aquella persona extraña para mí.
- ¡Para! ¿A dónde vamos?. -Pregunte confundido.
- Lejos hay que escapar. ¡Nos van a comer!.-Decía esa voz femenina inquieta, mientras se alejaba de mi.
- ¡MATEO! ¡MATEO!. -Escuchaba a lo lejos una voz. Trataba de distinguir quién era, pero no me resultaba conocida.
- Hijo, despertate que ya estas grande para que tenga que venir a despertarte. -Decíaa voz aguda de mi mamá.-
- Sí, sí, perdón. -Dije aun dormido.-
-Bueno, apúrate que la hora pasa y se te va e colectivo, si no llegas rápido a la parada. - Expresaba irritada como todas las mañanas.-
- Sí, ma. Ya voy, tranquila. -Conteste mientras me arreglaba para irme, vestía mis típicas zapatillas deportivas, con jeans y una remera de una banda de Rock. Iba saliendo tranquilo mientras agarrabamis auriculares, una manzana, que estaba en el frutero de la mesada en la cocina. No había notado que era una manzana roja como la sangre y extremadamente llamativa, no era como las de la verdulería de la esquina. Era diferente, no le tome mucha importancia y salí rápido, no sin antes saludar a mi mamá y agarrar la mochila velozmente, ya que Alan, mi mejor amigo, me estaba esperando afuera parairnos juntos. Él es el típico chico de bien. Un metro ochenta, cabello rizado, tez blanca y ojos azules. Nada que ver con Amanda, su hermana, quien es una chica despreocupada de diez y siete años.
- Hola Mateo, ¿Cómo estás? -hicimos el típico saludo de manos y sonreímos, nos conocemos desde los cuatro años.-
- Todo bien. ¿Vos? Me contó Sofía que estas cursando el CBC para la UBA. Te felicito....