Ninguno
Crisis viene del griego krinein (decidir, distinguir, escoger) raíz también de crítica y criterio. Durante siglos se ha hablado con toda naturalidad de la buena crisis ó la happy crisi que conduce a la curación del enfermo. En nuestro caso el enfermo es el sistema: nuestra crisis global es, por tanto, una oportunidad de sanar un sistema obsoleto, cuyas patologías hasta ahorahabían quedado enmascaradas por la bonanza económica y los espejismos del consumo.
Una mala crisis nos conduciría a extender la sed de control, la colonización de la naturaleza y de los demás y nuestro propio desarraigo. Una buena crisis, en cambio nos conducirá a un mundo postmaterialista, en el que una economía reintegrada en los ciclos naturales esté al servicio de las personas y de lasociedad, en el que la existencia gire en torno al crear y celebrar en vez de competir y consumir, y en el que la conciencia humana no se vea como un epifenómeno de un mundo inerte, sino como un atributo esencial de una realidad viva einteligente en la que participamos a fondo.
Hay una burbuja mucho más antigua y mucho mayor que la burbuja financiera y que la burbuja inmobiliaria. Es la burbujacognitiva: la burbuja en la que flota la visión economicista del mundo. En este sentido, la crisis del sistema económico tiene su origen en una crisis de percepción. La solución a la crisis económica ni puede ser sólo ecnoómica.
John Maynard Keynes, uno de los economistas más importantes del siglo XX, enuncia un pensamiento imporante: “Destrozamos la belleza de los campos porque los esplendoresno explotados de la naturaleza no tienen valor económico”. Seríamos capaces de apagar el sol y las estrellas porque no nos den dividendos.
Todavía hoy en el siglo XXI, pese a la física cuántica y la psicología transpersonal, la economía imperante se basa en una ontología decimonónica: ve el mundo como una suma aleatoria de objetos inertes y cuantificables, es reduccionista y fragmentadora ytiende a oponer a los seres humanos entre sí y contra la naturaleza.
Más del 98% de las transacciones monetarias que se efectúan hoy en el mundo no corresponden a la economía real, sino a dinero ávido de beneficios a corto plazo que circula por mundos abstractos, desligado de bienes reales y de criterios éticos, sociales ó ecológicos. En una crisis todo queda abierto. Hasta ayer, el crecimientoeconómico y material parecía no tener límites, El progreso creíamos, nunca dejaría de acelerarse y nos brindaría siempre más prosperidad y fraternidad.
Hoy sabemos que nuestro rumbo no es sostenible en el ámbito económico, energético, ecológico ó psicológico. Las crisis interrelacionadas del mundo de hoy nos sitúan, a escala planetaria y a escala personal, ante un rito de paso sinprecedentes. La crisis como rito de paso nos desafía a alcanzar una madurez sostenible y serena que redescubra el regalo de la existencia en el aquí y ahora.
El género humano ha pasado a ser mayoritariamente género urbano, sólo poblados apenas distinguibles de su entorno, a un mundo con cada vez más ciudades y menos lenguas y culturas. No todo el orbe puede ser urbe. ¿Hasta dónde es sostenible laurbanización de la humanidad? Más del 40% de los habitantes urbanos de los países del Sur duermen en chabolas, sin un mínimo de servicios básicos y de seguridad, en asentamientos informales en laderas empinadas construidas en vertederos ó en terrenos sujetos a inundaciones. El nuevo hábitat es la urbe de asfalto y acero, de cemento y ladrillo ó de chatarra, tablones y uralita.
La crisis económicainiciada en 2008 se ha atribuido casi exclusivamente a la especulación financiera e inmobiliaria. El crecimiento económico ilimitado es insostenible y tarde ó temprano había de chocar contra los límites del planeta. Aparte de desequilibrar el clima y erosionar la biodiversidad, también se manifiesta en el encarecimiento del petróleo y otras materias primas básicas. La vertiginosa alza y caída del...
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