Ninguno
La democracia, como ya lo hemos visto, no es nada más una forma de gobierno, sino un estilo de vida. Una forma de vivir y comportarse a la que sólo se llega por un proceso demaduración y autoconciencia. Implica un gran sentido de responsabilidad y una decisión, constantemente renovada, de sacrificarse por el bien común. Y con ello un gran valor para defender --aun con lavida misma-- la libertad y la justicia. Supone una actitud de crítica y de inconformidad y una permanente lucha por el derecho, pero sin violencias ni excesos. Lo que importa es la constancia.
Elestado mexicano, surgido desde la época de la independencia como fruto de duras y sangrientas luchas, ha llegado a ser --al menos en la letra del texto constitucional-- un estado democrático,representativo y federal. Pero, la realidad mexicana, ¿responde a ese esquema jurídico-político? Aquí cabría distinguir entre el derecho político y la sociología política mexicana.
Lo que sí podemos resolverdesde ahora, a la luz de una reflexión filosófico-política de la historia y de la realidad de nuestra nación, es que la democracia --la auténtica, la verdadera, la que no tiene disfraces-- ha sido yseguirá siendo el ideal por el que ha luchado el pueblo mexicano desde que obtuvo su independencia. No quieren los mexicanos ni dictaduras militares ni dictaduras de partido; ni oligarquías nisocialismos autoritarios o formas más o menos larvadas de totalitarismo. Quieren una sana, genuina y firme democracia. Una democracia que puede tener defectos, como toda institución humana, pero que es siempreperfectible, mientras no se le pongan obstáculos.
LA BASE DEL PROBLEMA
Más bien, lo que sucede en México es que ni hay democracia plena ni Estado de derecho y los titulares de los poderes públicos,a efecto de no empeorar las cosas confirmando tal situación (lo cual degeneraría en un desorden y anarquía pero de los que ya existen), asumen un papel disimulación, sonriéndole a las cámaras...
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