ninguno
El Principito
El Principito vivía en un planeta tan pequeño como una casa. Allí, había crecido una rosa tan hermosa como modesta.
El niño de los cabellos de oro cuidaba su flor con mucho amory dedicación, la regaba con abundante agua y, por las noches, la cubría con un biombo de cristal para que nada pudiera ocurrirle. Él creía que su rosa era única.
Un día, el Principito decidióviajar a otros lugares en busca de un amigo, pero antes deshollino los tres volcanes que había en su planeta, arranco algunos brotes de baobabs y rego por última vez a su flor. Luego, se despidió de ellacon una profunda melancolía.
El Principito aprovecho la migración de una bandada de pájaros silvestres para su viaje. El primer asteroide que visito estaba habitado por un rey que, según él mismo,reinaba sobre su planeta, los otros planetas y las estrellas.
El Principito, sorprendido de tanto poder, le pidió que le regalara una puesta de sol, pero el monarca le dijo que no podía cumplir con supedido y que podrían ver el atardecer unas horas más tarde.
El principito, que ya comenzaba a aburrirse, pensó que ser amigo de un rey que solo daba órdenes no iba a ser divertido y decidiócontinuar con su viaje.
El segundo planeta que visito estaba habitado por un vanidoso. Él se creía el más bello y hermoso de todos, pero en realidad era el único habitante.
¡Buenos días! – dijo elPrincipito-. ¡Qué sombrero tan raro tiene!
Es para saludar a los que me aclaman- respondió el vanidoso-. Golpeá tus manos una contra otra- le aconsejó.
El niño aplaudió y el vanidoso lo saludo levantando elsombrero. Al Principito le pareció divertido y continuo aplaudiendo, mientras el hombre volvió a saludarlo quitándose el sombrero. Pero, a los cinto minutos, se cansó con la monotonía de aqueljuego y se marchó del lugar.
Otro de los planetas que visitó estaba ocupado por un hombre de negocios.
¡Buenos días!- saludó el Principito.
Cinco y siete, doce. Doce y tres, quince. ¡Buenos días!...
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