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Espirituales ignacianos?
Francesc Riera Figueras, SJ
Los Ejercicios (EE) de San Ignacio son una experiencia que arraiga en la tradición más clásica de los padres del desierto. Una experiencia que Ignacio hace
ampliamente en Cataluña, primero en Montserrat y después a orillas del río
Cardoner, en Manresa, en una cueva a las afueras de la pequeña villa
amurallada delsiglo XVI, en medio de tierras de cultivo. Experiencia que él
tuvo que hacer sin acompañamiento, a tientas, buscando el camino. Cuando,
poco a poco la sistematice para ofrecerla a otros, verá que uno de los puntos
esenciales es la relación dialogal típica de los padres del desierto: maestro
(abbas)/discípulo.
Con ello, ya quedan diseñados dos elementos esenciales: desierto y
acompañamiento.Experiencia de desierto y acompañamiento
Vamos al “desierto” para perder nues-tros “agarraderos” habituales (personas,
ambientes, cosas,...) donde a menudo nos refugiamos para así escamotear
nuestro yo profundo ante Dios. En la soledad del yermo quedamos
desprotegidos, solos ante el absoluto del Misterio del Padre.
Sin embargo, tanto en el desierto clásico, como en los EE de Ignacio existeuna fuerte presencia de la eclesialidad: el “abbas”, en el vocabulario clásico; el
que da los EE, en palabras de Ignacio.
Esta persona tiene la función de ayudar a “poner la criatura con el Creador”,
ayudar a la conexión hombre-Dios. Los EE no son precisamente “directivos”:
La tarea del acompañante ha de ser muy respetuosa, no debe suplantar el
camino del ejercitante y del Espíritu, sinoayudar a discernirlo. Por tanto el
acompañante no es la persona que hace largas predicaciones, sino quien de
manera breve da al ejercitante materia para la oración y quien da indicaciones
para realizarla y valorarla. Pero sobre todo, es el pedagogo que ayuda al
ejercitante a sacar de su interior todo lo que va experimentando. Juntos, en el
diálogo que tendrán cada día, intentarán ir descubriendo(discerniendo) el
camino que el Espíritu va escribiendo en el corazón. He aquí la eclesialidad en
medio de la soledad; y al mismo tiempo el esfuerzo de objetivación -contra
subjetivismos- que comporta tener que explicarlo a otra persona y poder
recibir de ella indicaciones.
Formación de cristianos responsables y eclesiales
A veces uno se apunta a unos EE, incluso de treinta días, porquequiere poner
una larga pausa de paz en su vida en medio del inmenso ruido de cada día,
para poder hacer largas horas descansadas de oración... una especie de
“vacaciones con el Señor”. Todo esto está muy bien y la dinámica de los EE
indudablemente puede ayudar. Pero, en principio, los EE no tienen esta
finalidad. Tampoco era esto lo que pretendían en los primeros siglos los que
partían haciael desierto. El objetivo que Ignacio se proponía cuando se ofrecía
a alguien para darle EE era mucho más osado. Pretendía formar cristianos
responsables y eclesiales, apóstoles, que pasaran de simples “consumidores” a
“comprometidos” en el movimiento que Jesús puso en marcha. Por eso el
centro de los EE es la llamada de Jesús a ser cristiano adulto y responsable en
la Iglesia (sea en la vidaseglar, sea en la sacerdotal o religiosa).
Todo el proceso de los EE se orienta a discernir cómo se concreta esta llamada
en mi caso personal, tanto en lo que hace a la opción de vida que tome
(“elección”), como al estilo evangélico con que la he de llevar a cabo (“reforma
de vida”).
Y al mismo tiempo, es un proceso que va formando a este apóstol religioso o
seglar: proceso de liberaciónque lo hace libre y señor de sus esclavitudes
internas y externas; proceso que lo va asimilando al estilo de Jesús, de quien
se convierte en “compañero” de vida y de tarea; proceso, en fin, de
aprendizaje en encontrar a Dios en todas las cosas, para ser místico en la
acción.
Comunicación directa de Dios al hombre
Los EE presuponen que “el Creador se comunica inmediatamente” con la
persona,...
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