Ninguno
Las guerrillas, identificadas y dependientes del proyecto comunista que resultaría derrotado, formaron parte de un proceso desplegado engran parte de los países latinoamericanos, pero definido por idénticos parámetros: una lucha armada continental organizada después del triunfo de la revolución cubana, alcanzado en enero de 1959 con el inexplicable beneplácito del Departamento de Estado norteamericano. En ese territorio calificado de periférico se enfrentaban las dos grandes potencias, en tanto China no se mantenía ajena con supropia versión del marxismo, más activo y más intransigente.
El proceso subversivo en los distintos países fue similar, las consignas idénticas, iguales los argumentos políticos, y las contradicciones simultáneas o posteriores fueron las mismas. Hasta las excepciones cronológicas que existieron -México, Perú, Colombia- resultaron absorbidas por el terrible proceso que incluyó el componente indígenaexplotado en aquellos lugares donde era importante.
Entre nosotros también existió con la mítica teoría expansiva del Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP), que fue la primera, y rápidamente agotada, organización que fundaron en 1961 los hermanastros de Mario Roberto Santucho, al que cedieron la jefatura. La ideología común a todos los escenarios careció de fisuras significativas,sólo tuvo matices y adecuaciones a los países y ámbitos geográficos donde se desató la lucha arada, concepto este último que nutrió a una doctrina que afirmaba que esa lucha era imprescindible y excluyente para conquistar el poder.
LAS GUERRILLAS ARGENTINAS
Este principio jamás fue abandonado. Incluso se aplicó en Chile cuando, con elecciones legítimas, el marxista Salvador Allende llegó a lapresidencia de la república. Entonces, el poderoso y oficialista Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) aceleró con violencia el proceso de socialización de la Unidad Popular y apuró el fracaso de la "experiencia" desarrollada en el país trasandino.
Con relación al papel cumplido por los partidos comunistas, el caso argentino no difirió de lo ocurrido en otras latitudes: las dirigenciaspartidarias tradicionales se opusieron formalmente a las guerrillas pues estimaban premonitoriamente que serían derrotadas, inaugurándose un proceso que demoraría en exceso la victoria mundial del comunismo.
En los hechos, esas dirigencias cumplieron con los deseos de la URSS de no inmiscuirse abiertamente en la guerra revolucionaria para no comprometerla y mantener su capacidad diplomática y comercial,pues los soviéticos eran crónicos compradores de cereales y alimentos a causa, entre otros motivos, de su sistema colectivista.
Para suplir la falta de un orgánico respaldo político, en la mayoría de los partidos comunistas del continente surgieron disidencias, movimientos separados y nuevas organizaciones de superficie o subterráneas destinadas a canalizar las vocaciones subversivas de los másentusiastas. De paso, se aseguraba dentro de lo posible la vigencia de la pureza ideológica y una estructura de conexiones que sería útil en un futuro todavía impredecible.
Entre nosotros, la primera guerrilla apareció a mediados de 1959 con el nombre de Uturuncos. Consistió en un conglomerado heterogéneo de jóvenes que se decían justicialistas y que bregaban por el retorno al país del expresidente Juan Domingo Perón, a la sazón exilado luego de su derrocamiento en 1955.
En la banda había de todo y su jefe, Enrique Manuel Mena, cayó finalmente preso. Recluido en una cárcel de Tucumán, provincia donde el grupo produjo durante algunos meses asaltos y otras depredaciones menores, en los finales de 1960, fugó a Cuba para adoctrinarse y recibir una mejor instrucción en terrorismo, pero en...
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