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A.- CASO Nº 1. Que se han reseñado los hechos por los que viene acusado el Señor Ministro Juan Manuel Morales, los que también se han tenido por probados y se ha oido al nombrado al respecto.
Que si bien la tarea para la que fue creada la justicia electoral, es decir su competencia, guarda marcadas diferencias con el resto del poder judicial, y además se le han encomendado funciones que no sonestrictamente jurisdiccionales, el Tribunal Superior de Justicia Electoral forma parte del poder judicial como surge del capítulo III art. 275 de la Constitución Nacional, que a su vez le confiere a sus miembros las mismas garantías que a todos los demás jueces, por lo que entiende este Tribunal que la conducta que motivara el inicio de las presentes encuadra dentro de la competencia de ésteTribunal de Etica. La Corte Electoral de Uruguay si resulta externa a la clásica división tripartita de poderes -o extrapoder- y formada con miembros del poder legislativo, no la de nuestro pais.
El art. décimo del Código Iberoamericano de Etica Judicial (en adelante CIEJ) dispone que el juez debe evitar todo tipo de comportamiento que pueda reflejar favoritismo, predisposición o prejuicio. La mayoríade las contiendas que esta llamado a resolver el Sr. Ministro Morales se suscitan entre "colorados" y "liberales", por lo que afirmar su adscripción a uno de ellos, no sólo lo pone en situación de ser recusado (art. 12 del CIEJ), sino que arroja un halo de parcialidad en todas sus intervenciones, y aunque no dispense un trato preferencial hacia el partido colorado, sus declaraciones puedenaparentarlo (art. 14 del CIEJ). Si bien es obvio que puede defenderse, no resulta prudente que sus defensas se hagan por los medios masivos de comunicación, dado que es evidente que en esas condiciones no se promueve en la sociedad una actitud de respeto y confianza hacia la administración de justicia (art. 43 del CIEJ).
Las manifestaciones (nuevamente vertidas en los medios masivos de comunicación)hacia el colega Ministro Dr. Zambonini no pueden dejarse de lado. Este Tribunal no tiene elementos, ni tampoco se han arrimado a estas actuaciones, para no considerar colega al Dr. Ramirez Zambonini, el que a pesar de haber sido sancionado por éste Tribunal, continua en su cargo y merece el respeto y consideración que de él se deriva. Pero asimismo las anifestaciones vertidas son inapropiadas paraun juez de la Nación, aún cuando se trate del peor delincuente, dado que no sólo carecen de estilo sino que nada dicen, ni denuncian, ni arrojan claridad respecto de ningún punto, tratándose de simples diatribas que no traen otro fin que no sea injuriar.
Aún más censurables son las manifestaciones proferidas hacia el colega Dr. Almada, por tratarse de temas tan sencibles, faltando con ellasnuevamente a su deber de cortesía (art. 49) y en este caso de integridad (art. 54) por la relevancia de los asuntos mencionados que afectan los sentimientos predominantes del pueblo paraguayo, de modo tal que parece reirse de su interlocutor admitiendo que fue torturado, pero que no padece de símdrome postraumático.
Los dichos que fueron oídos por la radio, si bien no guardan todo el decoro deseado,vertidos en una charla informal no resultan éticamente repudiables.
La libertad de expresión no se cercena dado que las normas éticas, que aplica este Tribunal, no impiden a los magistrados expresar lo que estimen conducente siempre que lo hagan con el decoro, consideración y prudencia que su investidura exige, de otro modo, carecería de todo sentido la creación de este Tribunal.
Por todo elloes que entendemos que los hechos traidos configuran falta al código iberoamericano de ética judicial y deberían ser sancionados, arts. 3, 4, 10, 11, 12, 13, 43, 48, 49, 52, 53, 54, 55 y 60.

A.- CASO Nº 2. Si bien el art. 55 del CIEJ dispone que “El juez debe ser consciente de que el ejercicio de la función jurisdiccional supone exigencias que no rigen para el resto de los ciudadanos”, tales...