Niño asesina en guanare

ER CHIVO CRIMINAR
DAVID YÉPEZ
Sentado, meditando, mientras saboreaba parsimoniosamente una infusión herbal, Chuíto esperaba la visita de su amigo Jhon Jairo. Chuíto era un hombre al que muy pocos decían haber visto allá en las montañas orientales de Caripito, donde residía desde hacía no pocos años llevando su particular vida de ermitaño, en su cueva que era su casa, y que solamente él habíadescubierto, viviendo cada día con,una panorámica espectacular de los sembradíos de fresas de la zona, rodeado de flores silvestres que cada atardecer le daban los buenos días, aunque creció en el lejano pueblo de güiria, aquel hombre oriental de tez oscura pero que parecía desteñida, cabello ensortijado, enormes ojeras, mirada perdida, orejas puntiagudas y largos colmillos, había preferidoretirarse del salvajismo de los pueblos y ciudades donde se sentía un incomprendido, su soledad siempre le acompañaba así como su sombrero de cogollo.
Su amigo Jhon Jairo, que por cierto, se parecía mucho a Chuíto, pero con aspecto de indio, conservando facciones similares, hacía pocos días se había comunicado con él para notificarle su visita; su motivo no era venir en plan de negocios, sino que enel lugar donde residía en las montañas aledañas a Bogotá el hambre había empezado a azotarle, algo estaba exterminando el ganado, y él, que siempre había estado acostumbrado a ser “la peste” que azotaba, ésta vez, era una víctima más.
No tardó mucho en llegar a la cueva de Chuíto, nada mas verse, en un efusivo saludo, entablando una conversación con sus acentos peculiares, parecían rememorartiempos pasados, pero felices.
-¿Cómo está la verga mi compai?
-¿Entonces qué mi mompi?¿Bien o qué?
-Bueno mi compai, ¿qué te puedo decir? Aquí como me ves, en mi “Himalaya particular” en er cuar soy amo y señor de toda ésta verga, bueno pero cuéntame ¿qué te trae por éstos lados?
-Pues la verdad es que no fue una simple visita, vea mi mompi, las vainas por allá por mi pueblo no están nadabuenas, ya no se puede ni comer, éstos manes de la guerrilla han acabado con todo, pero cuando le digo con todo es “con todo” mi mompi, ya no se consiguen animalitos ni nada de esas vainas.
-¡Coño chico que vaina! Sabrás que por estos lados la verga tampoco está como pa tirar cohetes, pero le voy a contar una vaina mi compai, yo sé de un sitio, donde hay unos rebañitos que son “un grifo” de sangre,esa vaina brota como er petróleo.
-¡Uy! mi mompi, no me diga esas vainas porque solo mire como estamos de flacos, jipatos, ¿no se acuerda esos tiempos en los que la comida abundaba?
-Verdad que si mi compai, yo no sé yo, pero usted se ve bastante mar, hasta los cormillos los tiene flacos. Bueno pero concretando ¿nos echamos er viaje o no? Porque la verga no está cerca compai, son como dosnoches de camino, así que hay planificar bien.
-¡Listo! No, pero es que la necesidad tiene cara de perro, usted no más diga cuándo, que yo si me le mido. Con usted, pa las que sean papá.
Fue así como empezaron a fraguar su astuto plan para llegar hasta coro, instalarse por un tiempo allí sin ser vistos, pero el mayor reto era encontrar donde pasar el día, pues, no es un secreto que la luz del sollos debilitaba enormemente. Efectivamente, en el sector “La Enramada” estaba la finca con un rebaño de unos doscientos chivos, si las cosas iban bien, tendrían alimento por lo menos para seis meses, pero primero lo primero; ante nada debían hacer el viaje, si lograban instalarse, el resto era gozar de los frutos de su esfuerzo.
Sin embargo, no estaban al cabo de prever que los dueños de lafinca, eran fervientes religiosos, de manera que no había un lugar en el cual no hubiese una cruz de madera, hasta la cerca de la finca tenía cruces rudimentarias hechas con madera, pero cruces al fin, no fuese a ser que algún día al dios de las tinieblas le diera por atacarlos y hacerles perder toda la poquita plata que habían invertido en sus chivos. Así fue como Chuíto y Jhon Jairo encontraron un...