nnndndndnnndndnndndndndnd

Escena #1-

Si había algo que me distrajera de escribir poemas e historias todos los días era Ángel Rodríguez, el mejor amigo de mi hermano.
Ángel había sido parte de nuestra familia, sentándose en la mesa todos los domingos para almorzar, desde que Guario había empezado a trabajar con él en el Café de Rocco dos años antes.
Un día vi a Ángel al otro lado de la mesa y vi algo más que el mejoramigo de Guario. De repente no pude dejar de pensar en el. Mi mente, que había sido una reserva de palabras y de ideas, estaba ahora llena de imágenes de Ángel. Mis oscuros ojos le seguían como un sedal de hollín caliente donde quiera que fuera.
Supe que me había enamorado de Ángel porque simplemente pensar en el me mareaba. Como los libros, adorablemente repletos de palabras, que nunca podríaleer. Los propietarios de las librerías miraban mi desteñido uniforme escolar y apretaban los labios con fuerza mientras meneaban sus cabezas. Puedes manchar las paginas, decían. Así que me quedaba allí con las manos detrás de mis espalda para no ser tentada, mirando de hito los libros no podía abrir.
Y así era con Ángel. Contemplaba su rostro sonriente, sus suaves músculos, su piel canela, ydejaba mis pensamientos a la espalda.
Ángel y Guario eran los mejores amigos, pero tan opuestos como las estrellas de una galaxia. Siempre que Ángel venia a casa se reía a carcajadas, y tomando la mano de mami la llevaba bailando por toda la habitación.
-Hola, mi amor- coqueteaba.
Le daba palmadas a papi en el hombro y bebía un trago de su ron directamente de la botella. Se acercaba a Ángela yle susurraba cosas en el oído que le hacían reír y taparse la boca con la mano.
-¡Eres muy malo, Ángel!- decía mi hermana sofocando la risa a duras penas.
En cuanto a mí, Ángel me guiñaba el ojo al pasar y me quitaba el pelo de la car, inclinándose a veces para besarme en la mejilla. Yo temblaba irreprimiblemente como si un vendaval me atravesara el corazón.
-Mi pequeña estrella- me llamabaÁngel.
El resto del día todos nos sonreíamos t nos decíamos cosas que nunca nos decíamos el resto de la semana. Una vez oí a mami que le decía a papi:
Ese chico tiene un nombre perfecto. Verdaderamente trae el cielo con el.-
Algunas semanas no podía esperar a que llegara el domingo, así que dejaba a mi árbol grigri después de la escuela, y gritaba a las ventanas abiertas:
¡Mami voy a dar unpaseo!-
Iba dando una vuelta hasta el Café de Rocco en la playa, me sentaba en un duro muro de piedra miraba como Guario y Angel bailaban su danza de camareros alrededor de las bellas turistas. Contemplaba como las muchachas hacían sus pedidos en voz baja haciendo que Ángel se inclinara sobre ellas, con su oído muy cerca de los labios rojo hibisco. Sonrisas y guiños rápidos iban venían como en unpartido de voleibol.
No me importaba ver estas cosas porque nunca me atreví a pensar en que Ángel podría ser mío, hasta la noche de la gran fiesta navideña de Rocco. Todas las Nochebuenas, Rocco daba una fiesta en el patio de su restaurante e invitaba a todo el mundo, incluso a las familias de los camareros. Rocco asaba un lechón sobre las brasas ardientes en la playa y los invitados decían queera el mejor lechón asado del mundo. A los niños se les reservaba las primeras bandejas de chicharrones, la crujiente piel del animal, y ese era el mejor regalo de Navidad.
Se empezaba a cantar cuando las estrellas de la medianoche estaban altas en el cielo. Se retiraban entonces las sillas y se bailaba hasta la llegada del día de Navidad, risueño y brillante sobre las verdes colinas. Como papi mehabía ensenado a bailar, decidí que esta iba a ser la mejor fiesta de todas: finalmente dejaría de quedarme sentada al margen dedicándome a mirar como bailaba todo el mundo. Le demostraría a Ángel que no era solamente la hermana pequeña de Guario. Era Ana Rosa, una chica que podia bailar y sonar.
Mami dijo que se quedaría en casa:
Tengo que adobar el lechón.-
Pero todos conocíamos a papi....