"No Abras Los Ojos" (Jhon Verdon)
No abras los ojos
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John Verdon
No abras los ojos
JOHN VERDON
NO ABRAS
LOS OJOS
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John Verdon
No abras los ojos
Para Naomi
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John Verdon
No abras los ojos
PRÓLOGO
La solución perfecta
De pie ante el espejo, sonrió satisfecho a su propio reflejo sonriente. En ese momento no
podía sentirse más a gusto consigo mismo, con su vida,con su inteligencia; no, era algo más
que eso, era más que simple inteligencia. Se podría decir que tenía un profundo conocimiento
de todo. De eso se trataba, de un profundo conocimiento de todo, algo que iba mucho más allá
de los límites normales de la sabiduría humana. La sonrisa de su rostro en el espejo se
ensanchó aún más. Eso era lo que pasaba, la expresión justa. Internamente, podíasentir lo
sagaz que era. Externamente, el curso de los acontecimientos era prueba de ello.
Para empezar, y por decirlo en los términos más simples, no lo habían atrapado. Habían
transcurrido veinticuatro horas, casi exactas, y en ese tiempo su seguridad no había hecho
sino aumentar. Claro que eso era previsible; se había asegurado de que no hubiera rastro que
seguir ni lógica que pudiera conducira nadie hasta él. Y, de hecho, nadie había venido. Nadie
lo había descubierto. Por lo tanto, era razonable concluir que acabar con la zorra impertinente
había sido un éxito rotundo.
Todo había salido según lo previsto, sin adversidades, de manera irr ebatible; sí,
«irrebatible» era una palabra excelente para definirlo. Todo ocurrió según lo previsto, sin
contratiempos, sin sorpresas…, aexcepción de ese sonido. ¿Cartílago? Eso tuvo que ser. Si
no, ¿qué?
No tenía sentido que un detalle nimio provocara una impresión sensorial tan duradera.
Aunque tal vez la fuerza, la perseverancia de la impresión era simplemente el producto lógico
de su sensibilidad sobrenatural. Un precio que pagar por la agudeza.
A buen seguro que ese pequeño crujido algún día sería tan débil en su memoria comola
imagen de toda esa sangre, que ya comenzaba a desvanecerse. Era importante mantener las
cosas en perspectiva, recordar que todo acaba pasando. Cualquier onda en el estanque termina
por desaparecer.
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No abras los ojos
PRIMERA PARTE
EL JARDINERO MEXICANO
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No abras los ojos
CAPÍTULO 1
Vida en el campo
La quietud en el aire de lamañana de septiembre era como el silencio en el
corazón de un submarino a la deriva, con los motores apagados para eludir el sónar
del enemigo. Todo el paisaje permanecía inmóvil en las garras invisibles de una
inmensa calma, la calma que precede a una tormenta, una calma tan profunda e
impredecible como el océano.
Había sido un verano extrañamente suave; un clima que rayaba en la sequía poco
apoco iba extinguiendo la vida de pastos y árboles. Las hojas ya habían pasado del
verde al marrón y comenzaban a caer en silencio desde las ramas de arces y hayas, lo
que dejaba escasas perspectivas de un otoño colorido.
Dave Gurney estaba junto a la puerta cristalera de su cocina de estilo rústico,
mirando al jardín y al césped recién cortado que separaba la casa de labranza del
prado,demasiado alto, que descendía hasta el estanque y el viejo granero rojo. Se
sentía vagamente incómodo y distraído; su atención iba pasando de las
esparragueras de un extremo del jardín a la pequeña excavadora amarilla aparcada
junto al granero. Tomó un sorbo de su café de la mañana, que ya se estaba enfriando
por el aire seco.
Abonar o no abonar, esa era la cuestión con los espárragos. O por lomenos fue l o
primero que se preguntó. En caso de respuesta afirmativa, se plantearía un segundo
interrogante: ¿directamente desde el camión o en sacos? La clave del éxito con los
espárragos, según se había informado en varias páginas web a las que lo había
dirigido Madeleine, estaba en el fertilizante. Ahora bien, no le quedaba del todo claro
si tenía que complementar el abono de la última...
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