No Creo En Brujas Pero...
Páginas: 3 (649 palabras)
Publicado: 14 de abril de 2012
NO CREO EN BRUJAS PERO…
Por
ALEJANDRO VILLAMIL GÓMEZ [1]
Con imperiosa necesidad, algunas compañeras de mi clase intentan arrebatarme del brazo, aquel periódico gratuito de circulación local,quizás buscan con morbosa curiosidad en las últimas hojas, la sección de lo que muchos llaman “Horóscopo”.
Quizás empieza a inquietarme la idea de cómo es posible que la superstición y lassupuestas artes mágicas o brujeriles hayan fascinado a la humanidad y sigan haciéndolo. Hoy en pleno siglo XXI, con todo el planeta conectado a Internet y casi un 70% de mis conocidos con un perfil en lared social Facebook sigan consultando el tarot ó apelen a ir al centro de la nuestra ciudad donde afanosamente nos entregan unos pequeños cupones donde nos invitan a visitar a un charlatán; queargumenta poder ver en una taza de chocolate ó de un tinto lo que nos depara el destino.
Con la tecnología en su mayor auge; un transporte masivo como Transmilenio que surca las vías y enlaza puntos tandistantes en un par de minutos, con buena parte de nuestra población urbana supuestamente alfabetizada, me parece increíble que la gente no haya abandonado el pensamiento mágico.
Me imagino comopodría haber sido la situación al respecto en la Edad Media. Por esas épocas, buena parte de los habitantes de Europa intentaban igual que ahora conseguir ó como decimos popularmente “ligar al seramado” mediante filtros de amor comprados en el mercado, se recurría a espejos encantados para diversos fines y hasta se apelaba al poder de anillos mágicos.
Podemos inferir que durante la antigüedadmuy poco tenía la Iglesia católica en contra de las supuestas brujas. No había al respecto masivas persecuciones como cuando en una noche de está fría capital logramos capturar a un supuesto violadorhasta casi “lincharlo”, ni mucho menos hogueras para quemarlas, simplemente se presumía que eran personas perturbadas mentalmente.
La situación de las supuestas damas en cuestión comenzó a...
Por
ALEJANDRO VILLAMIL GÓMEZ [1]
Con imperiosa necesidad, algunas compañeras de mi clase intentan arrebatarme del brazo, aquel periódico gratuito de circulación local,quizás buscan con morbosa curiosidad en las últimas hojas, la sección de lo que muchos llaman “Horóscopo”.
Quizás empieza a inquietarme la idea de cómo es posible que la superstición y lassupuestas artes mágicas o brujeriles hayan fascinado a la humanidad y sigan haciéndolo. Hoy en pleno siglo XXI, con todo el planeta conectado a Internet y casi un 70% de mis conocidos con un perfil en lared social Facebook sigan consultando el tarot ó apelen a ir al centro de la nuestra ciudad donde afanosamente nos entregan unos pequeños cupones donde nos invitan a visitar a un charlatán; queargumenta poder ver en una taza de chocolate ó de un tinto lo que nos depara el destino.
Con la tecnología en su mayor auge; un transporte masivo como Transmilenio que surca las vías y enlaza puntos tandistantes en un par de minutos, con buena parte de nuestra población urbana supuestamente alfabetizada, me parece increíble que la gente no haya abandonado el pensamiento mágico.
Me imagino comopodría haber sido la situación al respecto en la Edad Media. Por esas épocas, buena parte de los habitantes de Europa intentaban igual que ahora conseguir ó como decimos popularmente “ligar al seramado” mediante filtros de amor comprados en el mercado, se recurría a espejos encantados para diversos fines y hasta se apelaba al poder de anillos mágicos.
Podemos inferir que durante la antigüedadmuy poco tenía la Iglesia católica en contra de las supuestas brujas. No había al respecto masivas persecuciones como cuando en una noche de está fría capital logramos capturar a un supuesto violadorhasta casi “lincharlo”, ni mucho menos hogueras para quemarlas, simplemente se presumía que eran personas perturbadas mentalmente.
La situación de las supuestas damas en cuestión comenzó a...
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