No era tan fácil como pensé. Tolstoi. Adaptación

NO ERA TAN FÁCIL COMO PENSÉ
de LEÓN TOLSTOI

Adaptación por_ Kamtxatka Teatro

Un campesino y su mujer solían discutir frecuentemente. Según él decía, las tareas del hogar eran pocas y fáciles de hacer y, en cambio, el trabajo del campo era muy duro.

Hombre: Mujer, siempre te estás quejando, y no te das cuenta que en el campo estás a la merced del tiempo. Lo mismo paso muchas horasachicharrándome al sol castellano, que llega el invierno y paso un frio de mil demonios, o se pone a llover y, como no tengo donde resguardarme acabo pasado por agua. Además termino baldado de tanto agacharme a recoger la siembra. Además los campos no están a tiro de piedra y mi borrico es tan viejo que casi le tengo que llevar yo a él en brazos. Mientras que tú estás aquí en casa, tan agustito, sinpasar frío ni penurias.

Mujer: ¿Cómo? ¡Tú debes de pensar que las cosas en casa se hacen solas! Aquí tengo mil tareas que hacer a la vez. Ocuparme de los animales, de que la casa esté limpia y ordenada, de lavar la ropa, de coserte los rotos que traes cada día, de ocuparme de la comida para cuando llegues a casa. Y mil cosas más. Si tan fácil te parece cambiémonos por un día.

Así quedecidieron cambiar sus ocupaciones: la mujer se fue al campo y el marido se quedó en casa.

Mujer: Saca a pastar las ovejas, da de comer a los pollos, prepara la comida y desgrana el maíz.

El campesino se puso a trabajar. Primero, sacó el ganado a pastar, pero se le escaparon algunas ovejas y le costó mucho trabajo reunirlas de nuevo.
Así que, para que no le ocurriera con los demás animales, fueal patio y amarró los pollos a la pata de una gallina para que no se le escaparan.
Entonces, entró en la casa y empezó a preparar la comida. El campesino recordó que su mujer siempre preparaba la comida mientras desgranaba el maíz y quiso hacer lo mismo que ella.

Hombre: "Cuando el maíz esté desgranado, la comida estará lista ", pensó.

Apenas había comenzado la tarea, cuando oyó el asustadocacareo de la gallina - y el agudo pío pío de los pollitos. Entonces salió corriendo para ver qué ocurría en el patio y vio a un enorme gavilán que se llevaba volando a la gallina con sus pollitos atados. El campesino, en un intento desesperado de recuperar a los animales, se subió a la valla de la pocilga para intentar agarrar al último pollito de una pata y tirar de él. Pero como las desgraciasnunca vienen solas, perdió el equilibrio y acabó dándose de bruces en el fango. Al caer, tiró la verja al suelo. Los cerdos asustados, salieron espantados, entraron en la casa, tiraron la olla al suelo y se comieron el maíz.

Viendo tantas desgracias juntas, el hombre no sabía qué hacer.

La jornada de la mujer, en cambio, no fue tan complicada. Aunque como ahora veréis, también tuvo suscontratiempos. Decidió ir andando y darle un día de descanso al pobre borrico. Una vez allí les puso el yugo a los bueyes, para comenzar a arar la tierra. Pero le pareció que estaban muy cansados.

Mujer: ¡Éste marido mío! Siempre pensando en llenar su panza. Pero no se da cuenta de que los animales también tienen que comer. ¡Tomad bonitos! Veréis como con la tripa llena, trabajais mejor. Mientrastanto, yo iré a echar un vistazo a la acequia. Que dice el marido mío que no corre bien el agua.

La mujer fue hasta la acequia y cual fue su sorpresa cuando vió que estaba llena de matojos y otros obstáculos.

Mujer: ¡Madre del amor hermoso! ¡Cómo va a llegar bien el agua a los cultivos si aquí hay más mierda que en la plaza después de las fiestas del pueblo!

Así que, en un santiamén,despejó la acequia al tiempo que los bueyes acababan de comer.

Mujer: Bien majos! Vamos a la tarea.

Pero se dio cuenta de que los bueyes estaban tan acostumbrados al recorrido, que no hacía falta guiarles. Así que, mientras ellos araban la tierra, cogió el zurrón con las semillas y las fue tirando tras del arado. Al cabo de un rato, se dio cuenta de que unos grajos estaban volando bajo....