No le hables

No le hables de días soleados,
porque tiende a nublarlos.

Ni le menciones las flores,
porque ya no tiene más primaveras.

Sus ojos claros se apagan,
yoscurecen cada vez más su color.

El rosa de sus mejillas se esfuma,
y la palidez de su soledad se presenta.

Ya no tiene más colores en su vida.
Ya no tiene mássonrisas dibujadas.

Hace días que no me habla.
No me mira. No me... ¡nada!

No hace siquiera por desinteresarse.
No hace nada, absolutamente nada.

Deja que laspalabras le atraviesen los oídos,
convirtiéndolas en una balacera de sinsentidos.

¿Dónde está?
¿Quién se la llevó?

Cuando se enajena así,
no la reconozco.

Peroya no es la misma,
que un día frenó mi llanto.

Con sus besos y abrazos,
¿cómo no quererla tanto?

“No me des más silencios,
que me cuesta escucharlos.

No medejes con la intriga.

Que me mata la agonía
de no saber qué te está pasando”.

De pronto levantó la cabeza,
y en breves palabras esbozó:

“Una parte de mí sefue”
En papeles viejos dibujó,
con trazos que su alma le dictó.

Más triste no podía estar.

Las lágrimas le brotaban,
era todo un manantial.

Traté deentenderla,
Contenerla, estar con ella.

No aceptaba a nadie,
y de su pasado no paraba de hablar.

Quería remontar lo que tan bien le hizo.

Lloraba de felicidad alrecordar,
las cosas que de tanta magia la hicieron brillar.

Todo cambia,
drásticamente.

Si le hablo de días soleados,
ella tiende a disfrutarlos.

Si le mencionolas flores,
de pétalos es la corona que se hace.

Sus ojos claros se encienden,
y renuevan cada vez más su color.

Ella estaba bien.
¿Estaba bien?