No mas cta
(Por: Carlos Gamboa)
Para nadie es un secreto que el presidente de la Confederación General del Trabajo –CGT- Julio Roberto Gómez tiene, desde el pasado mes de junio cuando adhirió ala candidatura de Juan Manuel Santos, serias aspiraciones de llegar a ser el titular de la cartera del Trabajo, una vez ese Ministerio vuelva a funcionar, previa culminación de trámites de aprobaciónen las diferentes instancias del Congreso y el Gobierno.
Esa distinción ( ? ) merecida o no, atravesó un palo en la rueda de las negociaciones del salario mínimo de los colombianos, echó por tierra ycasi sepulta otras reclamaciones laborales y puso una mordaza a quienes desde todos los flancos venían trabajando para el desmonte de las Cooperativas de Trabajo Asociado –CTC- insepultos vampirosresponsables del estado de postración, indefensión y pauperización en que se encuentran los trabajadores rasos colombianos.
Ya se veía venir desde el pasado junio cuando Julio Roberto Gómez –en actitudcalificada, por los entendidos, como traicionera y oportunista- rompió filas y se entregó a las hordas uribistas que apoyaban la candidatura de Juan Manuel Santos Calderón.
¿Un desliz deconciencia?, ¿la burda comercialización de principios a cambio de un puesto en el gabinete?.
-Lo que fuera-
Cualquier cosa que haya sido, acabó con el derecho de la Confederación General del Trabajo –CGT- asentarse en la mesa de negociaciones y compartir beneficios para la clase obrera colombiana.
En las negociaciones del salario mínimo que concluyeron en la promulgación de un decrépito decreto, cuyosefectos de beneficio para la clase obrera murieron el pasado 31 de diciembre, se notó, más que en otros años, el desequilibrio de fuerzas en la negociación porque los contrapesos que daban algunagarantía a las clases trabajadoras estaban mermados y casi desaparecidos en el maridaje y contubernio enfermizo entre el Gobierno, los empleadores y un alto porcentaje de la clase obrera representado en...
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