No me dejes.

Me aferré de su sweater y agarré su brazo atrayéndolo a mí –No te puedes ir –le dije entre sollozos –No me puedes dejar - alcé mi rostro y vi el suyo, tenía una expresión seria, decidida.
-Lo-lo siento –susurro y aparto la mirada. Tomé su rostro entre mis manos y lo miré a los ojos
-No te quieres ir y lo sabes –le dije con lagrimas en mis ojos a punto de salir
-Tengo que…-dijo, cerré los ojosy le interrumpí
-¡Tú me lo prometiste! –Exclamé –prometiste que no me dejarías –lo solté y me alejé un poco, las lágrimas caían por mis mejillas
-Sabes que tengo que hacerlo, no es mi elección. Me esforcé mucho para que me admitieran y ahora que he logrado entrar no desaprovecharé la oportunidad. Además, sé que te van a aceptar también –dijo una mirada esperanzada. Ambos enviamos solicitud deingreso a la Universidad del sur de California. David siempre ha tenido muy buenas notas por lo que obviamente será admitido, pero yo, jamás he tenido notas excelentes, así que por más que me esforcé en el examen de admisión ya tengo claro que no lograré entrar.
-No entraré, no me des ilusiones. Además, no te estoy pidiendo que no vayas a la Universidad. Te estoy pidiendo que no me dejes ahora,en estos momentos, te estoy pidiendo que te quedes estas últimas semanas conmigo antes de empezar las clases. –le digo en un tono serio. Mi abuela murió hace dos semanas por lo que estoy muy triste, ella era como la madre que nunca tuve. Vivo con mi padre pero no nos llevamos muy bien, él adora a mi hermana mayor dejándome a mí de lado.
-Lo siento Sophie, pero me voy –dice crudamente y laslágrimas salen de repente haciéndome romper en llanto. Él se acerca y me da un suave beso en los labios y me susurra –sé que todo estará bien. Perdóname
-Tú lo prometiste, dijiste que no me dejarías y justo ahora en estos momentos –dije sollozando
-Algunas promesas no se cumplen, pequeña. Perdón. –dice y se va. Dejándome aquí, sola y con un gran vacío.

Una semana. Una semana ha pasado desde queDavid me dejó, he estado muy triste ya que era la única persona que tenía. No tengo a nadie más, estoy sola, totalmente sola. Mi abuela y mi madre están muertas, mi padre no me quiere y mi hermana es una zorra conmigo. No he salido de casa desde que él se fue, me he quedado aquí leyendo algunos libros de mi biblioteca. Pero no me puedo quedar aquí para siempre, tengo que salir. Y no me refiero a salira conseguir amigos o un nuevo novio, porque eso será imposible para mí, la chica más invisible de todo el instituto. A veces me pregunto ¿En qué se fijó David en mí? No lo sé. Nadie lo sabe.
Me levanto y me miro al espejo, peino mi cabello dorado y me maquillo un poco para ocultar las grandes ojeras que tengo por llorar. Mis ojos están de un azul más oscuro de lo normal. Bajo hasta la puertaprincipal y mi padre me detiene
-¿A dónde vas? –pregunta enojado
-Buscaré un trabajo –respondo casi en un susurro
-Bien, así podrás pagarte la Universidad
-No, no creo que entre –le digo con una sonrisa triste
-No me sorprende. Michelle de seguro si entrará, deberías ser como ella –dice con desprecio y me suelta –vete
Quiero golpearlo y gritarle que deje de compararme con la zorra de mihermana. Pero no lo hago y me voy.
La vida no es justa conmigo. Desde la muerte de mi madre mi padre me odia. Él me culpa por su muerte, ya que ella murió el día que yo nací en medio del parto. Mi hermana es dos años mayor que yo, ella tiene todo lo que quiero. Amigos, popularidad, un hermoso auto y lo que más anhelo, el amor de mi padre. En cambio yo no tengo nada, un novio que me acaba de dejar y eldesprecio de mi padre y mi hermana.

Llego tres horas después y me lanzó a mi cama a relajarme un poco. Conseguí un trabajo como mesera en Marry’s, una cafetería en frente del instituto a donde va casi medio instituto. Cierro los ojos y me comienzo a quedar dormida hasta que alguien interrumpe llamando a mi puerta.
-Adelante –digo y mi padre entra. Tiene un sobre en sus manos que sé...